Desde hace unos 15 días la presencia de un felino y la desaparición de varios animales de casas y fincas tiene asustados a los habitantes de la vereda Vallecitos, del municipio de Barbosa.
En un principio, al notar que empezaron a faltar pollos, gallinas y patos pensaron que podría tratarse de algún perro. Le pusieron trampas, pero los animales siguieron desapareciendo.
El primero en avistar al felino fue “HI”, como es conocido un campesino de la vereda. Sus encuentros con el animal han continuado.
Sin embargo, la alerta apenas la dio el pasado viernes Hernán Salazar, quien a eso de la 1:00 de la tarde, cuando regresaba a su lugar de trabajo, la Finca Laureles, después de almorzar, se encontró con el animal.
Lo vio en un claro en medio de un matorral, a unos 100 metros de la portería de la finca. “Vi que me iba como a arrancar, entonces me quité el sombrero, lo agité y al mismo tiempo le grité. Se escabulló en la espesura y yo salí corriendo. Unos metros más adelante me volvió a salir, otra vez como a tirarme e hice lo mismo y se volvió meter en ese pequeño bosque”, dijo mostrando la arboleda al lado del camino.
El portero de la finca relata que Hernán llegó asustadísimo diciendo que “un tigre me iba tirar”, a lo que acto seguido él cogió su arma y salieron a buscarlo.
“Menos mal no lo encontramos porque me hubiera tocado pegarle un tiro y me meto en un problema”, expresó el portero de la finca.
Hernán reconoció que el susto fue mucho, pero que lo alcanzó a ver muy bien. “Era negro más o menos tres veces el tamaño de un gato, de unos 80 o 90 centímetros de largo y unos 40 de alto y con una cola larguísima”.
La misma descripción dio John Rodrigo Meneses, quien trabaja como mototaxista. Lo vio el lunes en la mañana, a eso de las 11:00 de la mañana cuando subía por la carretera. “Como que al sentir la moto se asustó y lo vi que se brincó casi de una zancada la carretera y cogió monte arriba”.
John recuerda también que tiene la cabeza muy plana y que es muy negro.
Visita de Corantioquia
La situación fue reportada a la Secretaría de Medio Ambiente del Municipio y esta a su vez le informó a la Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia (Corantioquia), que ayer desplazó al lugar una comisión compuesta por veterinarios y zootecnistas para verificar las denuncias que en un principio hablaban de un jaguar.
Allí hablaron con Hernán quien les describió como es el animal.
Luego los funcionarios de Corantioquia le mostraron un libro con imágenes de varios felinos y allí estaba pintado uno muy parecido, pero de color café.
Los funcionarios de Corantioquia le explicaron que no puede tratarse de un jaguar como ellos creían, por la distribución del área en la que se conoce de presencia de tigrillos.
Sin embargo, Hernán no descarta que sea un puma o un jaguar joven, que de pronto, por los controles que ejerce la Policía haya sido abandonado por ahí cerca o que se haya desplazado desde el nordeste por las obras que se adelantan en la región.
Les dijeron que posiblemente sea un yaguarundii o gato de monte, que también es negro. Que come presas pequeñas como la guagua y la chucha.
También le explicaron que estos felinos no atacan humanos, que la entidad no tiene reportes de ataques, y que solo si se ven acorralados o agredidos podrían emprenderla contra las personas.
Esta misma aseveración hace Esteban Payán, director de la Fundación Phantera. “Ni los pumas ni los tigrillos atacan a los humanos. No hay un ataque confirmado en Colombia que no haya sido provocado”.
Los funcionarios de Corantioquia fueron a la escuela de la vereda para hacer unas recomendaciones a los niños. Entre ellas que cuando vayan por el camino lo hagan cantando o que carguen un pito o silbato pues estos animales se ahuyentan con el ruido.
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