Una fábrica de sonrisas. Por ahí pasaron ayer muchos niños, niñas y adolescentes. Les dieron, además de la sonrisa, una tarjeta con el decálogo del buen trato, sus derechos y una manilla del derecho a la felicidad.
La chirimía sonó siempre y fue la que puso el ritmo en el Festival de la alegría que se realizó, en simultánea, en las sedes principales y centros zonales del país del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) .
En Medellín, el auditorio Rafael Pombo del Icbf en el barrio La América fue el encargado de recibir a los 192 pequeños y jóvenes beneficiarios del programa de clubes juveniles y prejuveniles y a 20 niños bajo medida de protección del Instituto.
Y además de la música, los grupos de baile y de rap los hicieron aplaudir. Esas son algunas experiencias que se realizan en los clubes, una modalidad de atención en la que el Icbf en Antioquia invierte 1.798 millones de pesos.
"Sirve como propuesta preventiva que favorece las oportunidades para el ejercicio de los derechos de niñas y niños, adolescentes y jóvenes. Además de ser escenarios de encuentro para el desarrollo personal, de competencias, la socialización y la proyección en sus comunidades y municipios", indica Guillermo García Gaviria, director regional del Icbf Antioquia.
Luego vino el compromiso. Los representantes de los clubes y del Icbf, animadores y varios niños firmaron el acuerdo de voluntades, donde se comprometieron a "consagrar el derecho a la felicidad como un compromiso de todos y todas", según se lee en el primer punto.
Los testigos fueron el director regional, Guillermo García Gaviria, y los coordinadores zonales de Medellín.
El compromiso de ser felices, además del papel, quedó en sus corazones y caras.
Pico y Placa Medellín
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