Las mujeres colombianas ratificaron ayer que son divinas, como dice el cantante mexicano Vicente Fernández en su canción.
Una de ellas consiguió la primera medalla de oro (la ciclista antioqueña María Luisa Calle) para Colombia y otra fue la responsable de alcanzar la anhelada dorada que le aseguró al país el triunfo general en los Juegos Suramericanos-2010.
La elegida fue Doris Patiño Marín, una boyacense de 23 años de edad, estudiante de Sicología y quien en un Coliseo de Combate, sin espacio para una persona más, gritó sin pena y con mucho valor: "me siento orgullosa de ser colombiana".
Eran las 12:00 del día y la popular Xena, como se hizo llamar desde pequeña para evitar que le dijeran china, andaba feliz por su clasificación a la final del taekwondo en los 53-57 kilogramos.
"¿Quiere saber la verdad?... me siento muy bien y mi actitud es tan positiva que sé que en la tarde estaremos hablando de mi medalla para poner a celebrar a mis compatriotas", expresó luego de vencer 11-3 en la semifinal a la peruana Elizabeth Alvarado.
Ni que fuera astróloga o adivina, porque pasadas las 5:00 de la tarde las patadas de Doris fueron determinantes para conseguir puntos y llenar de gloria a la delegación tricolor.
Un triunfo 11-4 sobre la ecuatoriana Karina Andrade y la deportista que estuvo en los Juegos Olímpicos de Pekín se convirtió en la mujer elegida. Con su presea Colombia llegó a la 142, se hizo inalcanzable por Brasil y aseguró, por primera vez, el título en los Juegos que nacieron hace 32 años en Bolivia y acá disputan su novena edición.
Apenas supo de su hazaña hizo pública su emoción diciendo que "no puedo creer que esto me esté pasando a mi; estoy feliz, porque con mi esfuerzo y el triunfo que me había soñado en la mañana le estoy dando el triunfo a mi Nación".
Apenas los asistentes corearon su nombre, sonó el Himno Nacional y las felicitaciones llegaron por montones. A Doris se le entrecortaron las palabras para ratificar que "todo lo hago de corazón y este logro debe generar un respaldo masivo para el deporte y me ayudará a buscar mi sueño: la medalla olímpica".
Haber comenzado en la gimnasia le sirvió a Xena para alcanzar la elasticidad y plasticidad que hicieron más seguros sus golpes y la volvieron diferente en el taekwondo, disciplina a la que llegó hace ocho años gracias a la sugerencia del entrenador René Forero.
"A René, Yolman Sánchez, mi familia, los dirigentes que me han apoyado y a toda Colombia le dedico esta felicidad doble, porque ganar siempre será importante, pero cuando es para un título tan importante la emoción es mayor", fue otra reacción de la hija del mecánico Álvaro y de la ama de casa Amparo.
A Doris le faltaba un título de peso internacional para certificar sus progresos en los cuatro años que lleva en la Selección, ya que había sido plata en los Juegos Bolivarianos y en los mismos Suramericanos de Argentina.
Lo consiguió un día soñado haciendo historia en el deporte nacional, porque a partir de su triunfo la fiesta fue total en la delegación tricolor. Esta mujer, que además de divina se considera tremenda guerrera, en medio de su emoción también alcanzó a decir "les mando un abrazo especial a todos los colombianos, porque entre todos ganamos los Juegos".
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