Después de la cesárea, la histerectomía, una operación para extraer el útero en las mujeres, es la cirugía más realizada en Colombia y en la mayor parte del mundo.
Su extracción se puede dar por diversas causas, entre ellas: sangrados anormales o imposibles de tratar con medicamentos, dolor, crecimiento del útero, pero principalmente por miomas.
Hay tres formas de sacar este órgano. Una de ellas es por medio de una incisión bajita en el abdomen, la segunda, quizá la más moderna, es por laparoscopia y la tercera es por vía vaginal.
"Esta última se había usado en el medio para sacarle la matriz a las señoras. Hoy en día se le puede realizar a la gran mayoría de pacientes y con más ventajas que las demás técnicas", cuenta el ginecólogo José Luis Correa Ochoa, de la Clínica Medellín.
El procedimiento se llama histerectomía vaginal sin prolapso, una antigua cirugía ginecológica que hoy en se pone al servicio de la comunidad antioqueña, como la más "moderna" técnica para extraer el útero a las mujeres que presentan enfermedades que así lo obliguen.
Hace tres años se implementó el programa en la ciudad, en la Clínica Medellín, con importantes resultados. Así lo manifiesta Correa, quien lleva alrededor de 120 cirugías por este método.
Sus ventajas
Se realiza por una vía natural, además su procedimiento es más corto y su recuperación e incapacidad son menores.
"La gran novedad de esta técnica y por lo cual se ubica en la dirección correcta de la evolución actual de la cirugía en general, es que se realiza a través de la vagina, un orificio natural, sin dejar cicatriz visible alguna, considerándose por lo anterior como un procedimiento mínimamente invasivo, por sí mismo y en comparación con las demás alternativas", resalta el especialista.
Además, tiene menos complicaciones comprobadas que las otras dos vías.
Asimismo, tiene un gran beneficio para las pacientes desde el punto de vista estético. "Y eso es lo que exige hoy en día la medicina y, obviamente, las pacientes", apunta Correa.
Una técnica mágica
Requiere de estudios, equipos y educación especial para poder realizarse.
"En septiembre de 2008 se hizo la primera intervención (ya se había hacho antes en el país) con dicha preparación y montaje, y desde ahí se ha desarrollado, corregido y mejorando para que cada vez sean más las pacientes las que se sometan a ella, en caso de tener que optar por esta decisión", explica el especialista.
Además, apunta que "es una técnica mágica por lo que permite hacer y logra los objetivos de una forma muy delicada".
Inclusive para mujeres obesas es mucho más recomendada, y para aquellas que sufren enfermedades de base como hipertensión y diabetes.
"Es una vía alternativa y la más recomendada por la literatura mundial hoy en día", concluye Correa.
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