La muerte de Rosa Elvira Cely no se habría presentado, si su presunto asesino, Javier Velasco no hubiese sido declaro inimputable (por falta de conciencia), y dejado en libertad, tras haber asesinado a otra mujer.
Ojalá la historia no se repita. Por eso, expertos juristas dicen que es necesario revisar la situación que se presenta con los violadores cuando se alegan problemas mentales para esculpar sus actos.
Al menos en ese momento se le debió recluir en un pabellón para enfermos mentales, pero no dejarlo en libertad, para que reincidiera, con tan lamentables consecuencias.
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