W ilfrido Vargas tiene un jardín de rosas con violetas y pompones. Él lo ha dicho cantando desde la década de los 80 y es precisamente ese tema, El jardinero, el que se quedó grabado en la mente de sus fanáticos, que también entonan a grito herido piezas como Abusadora, La medicina, El baile del mono y El loco y la luna.
El artista dominicano sigue vigente y por eso el Country Club de Medellín, para celebrar sus 15 años de funcionamiento, lo invitó a la fiesta de gala del pasado viernes. Wilfrido emocionó a los asistentes con su expresividad, su energía y su carisma. Un artista arrollador.
¿Cuál cree que es la clave para que su música haya pasado de ser un producto local dominicano a uno mundial?
"En el momento en el que empecé a trabajar y de la manera en la que empecé a hacerlo, todo coincidió para que se hiciera la magia. Lo que grabamos llegó al público en los 80 y todos estaban abiertos a escuchar nuestra propuesta. Otras claves: mucho trabajo, dedicación y suerte. Fue una coincidencia de factores".
¿Y cómo trabaja Wilfrido?
"Yo le doy rienda suelta a la manifestación de mi mente, creo y trabajo sobre eso. No descanso frente a lo que creo. Muchas veces duro una semana con la cantaleta de una melodía en la cabeza que no sé cómo sacármela. Eso tiene un significado y cuando pasa, es posible que pueda trabajarla".
¿Se considera un purista del merengue o está abierto a otras manifestaciones musicales?
"Una de nuestras características fue esa. Tal vez experimentamos más de la cuenta y tuvimos problemas en República Dominicana. Lo que está pasando hoy en el mundo a nivel de propuestas no puede dejarse pasar porque es una manifestación de lo que es el sentir de la gente".
Alina, su hija, también es cantante. ¿Usted la apoya para sea parte del mundo del espectáculo?
"En este momento me toca aceptarlo. Al principio quería un mundo distinto para Alina, pero ya no puedo hacer nada porque la fuerza y la pasión son de ella. Alina es Alina, ella no es yo".
¿Y cómo calificaría el mundo del entretenimiento?
"Es un baloto. En este medio hay más gente talentosa afuera que adentro. Llegar a la palestra público es pura suerte. Cuando tú tienes talento y no es acompañado por las circunstancias, es muy difícil".
Usted pone a bailar a la gente con ese merengue pegajoso, ¿pero qué pone a bailar a Wilfrido?
"Yo no tengo ese privilegio. Cuando oigo música no lo hago divirtiéndome o gozando, más bien la analizo todo el tiempo".
¿Cuál es la canción preferida de su repertorio?
"El jardinero porque manifestamos en ese trabajo mucha imaginación".
¿Con qué artista sueña cantar?
"Mi sueño es cantar con Rubén Blades ".
El loco y la luna dice: "te volviste loco Wilfrido". ¿Con qué se vuelve loco?
"La música, no hay discusión alguna".
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