En una primera mirada es un perro. Uno criollo. Igualito. Sin embargo, pese a ser de la familia, es un zorro. Sí, un zorro perro o de monte, como sería el nombre común, aunque el técnico diga Cerdocyon thous.
Este animal se puede sumar a lista de los que hacen presencia en el Valle de Aburrá. "Están alrededor, tanto en las laderas occidentales como orientales", explica el biólogo Carlos Delgado.
El zorro de monte está en Suramérica. No es considerado como amenazado y "se adapta -expresa Carlos - aparentemente fácil a la deforestación y a las zonas de cultivos. Se encuentra alrededor de las áreas urbanas de las ciudades, sin embargo, esta especie es perseguida por muchas personas en el campo, pues se tienen datos que roba gallinas".
El zorro es carnívoro y se alimenta de roedores, musarañas, marsupiales y ranas, aunque también de frutas e insectos. Su longitud total es de unos 70 centímetros, desde la cabeza a la cola, y puede pesar de 5 a 9 kilos.
Desde hace varios años, el profesional se ha dedicado a estudiar esta especie, sobretodo en su dieta. Ello le ha llevado a conocer varios detalles interesantes y a sorprenderse con otros. "En su dieta encontré restos de pequeños mamíferos que desconocía y que resultaron ser animales muy interesantes, como la rata del chusque, que es arborícula y que fue descubierta en Medellín en 1879", cuenta el biólogo.
Y en este amor por los animales y por estudiar al zorro perro, Carlos creó aburranatural.org, un espacio, dice él, independiente, dedicado a la difusión de la historia natural y la biodiversidad local del Valle de Aburrá. La hace con amigos que le colaboran. Contar historias de la fauna y flora, con imágenes y videos, "que ayuden a concientizar y a conocer la diversidad local" es su idea.
La fauna silvestre en la ciudad
A propósito de ver un zorro tan cerca, se podría decir que los animales también se han vuelto citadinos, porque debido a que las urbes han crecido y el ser humano intervenido la naturaleza, se vieron obligados a reubicarse. Unos se fueron, otros debieron adaptarse a la ciudad.
El zorro perro tal vez no se lo encontrará a la vuelta de su casa. Es más, Carlos señala que antes de enero, hace muchos días, años tal vez, no tenía rastro de éste.
Sin embargo, hace parte de la lista de esos animales que en algún momento se han visto en la ciudad. Y añada zarigüeyas, murciélagos, algunas aves rapaces, guacamayas, búhos, lechuzas, ardillas y hasta felinos, según indica el biólogo marino y quien dirige el tema de fauna silvestre en el Centro de Atención de la Vida y la Fauna Silvestre (CAV), Víctor Vélez.
Ahora bien, "ellos no van a vivir en zonas muy urbanizadas, sino donde haya zonas boscosas", afirma el comunicador del zoológico, José Bernardo Barreiro.
Es más, el hecho no es tan negativo, ni para los animales, ni para los humanos, si bien su hábitat natural nunca se comparará con otro. "Los murciélagos cumplen una función ecológica fundamental en el ecosistema urbano, porque están ayudando a la polinización, por ejemplo", comenta Víctor.
Se trata de aprender a convivir, lo que implica dejarlos ser libres. No les dé comida, no los toque, no los trate mal y no pretenda que sean sus mascotas. "No dejan de tener su condición silvestre", dice Martha Cecilia Ocampo, veterinaria del Zoológico. Y no será bueno para ellos, en tanto "cuando lo capturo, se muere en vida: no se está reproduciendo ni cumpliendo su función ecológica", añade el biólogo marino.
Bien, si le generan problemas, no intervenga y llame a la autoridad competente, como el CAV, quienes tienen los elementos para proceder y preservar la vida del animal.
Mejor disfrute lo bonito que puede ser despertarse con el canto alegre de un pajarito o ver aves y ardillas, dejando que a su estilo, vivan cerca de la ciudad.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6