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La telemedicina llegó para quedarse

  • El Hospital Pablo Tobón Uribe cuenta con más de 50 especialidades en esta nueva manera de atención remota. FOTO CORTESÍA
    El Hospital Pablo Tobón Uribe cuenta con más de 50 especialidades en esta nueva manera de atención remota. FOTO CORTESÍA
19 de octubre de 2020
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Desde que se declaró el confinamiento obligatorio en el país a mediados de marzo por causa de la pandemia por la covid-19, el sector salud empezó una nueva etapa que le trajo desafíos como ampliar su capacidad en las UCI y al mismo tiempo continuar brindando una atención de calidad a las personas que permanecían en casa.

Según la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), desde marzo de este año se han realizado 9,5 millones de teleconsultas en el país, lo que representó no solo un aumento significativo, sino que demandó una adaptación, tanto de las entidades de salud como de los pacientes que tuvieron que acostumbrarse a recibir una atención totalmente nueva.

Luego de varios meses de implementación como método de atención en temas de salud en el país, se identificaron aspectos positivos como la posibilidad de elegir un horario, evitar los desplazamientos, acceso a diversos especialistas y otras ventajas que con el tiempo fueron más evidentes.

Una transformación necesaria

La telemedicina no reemplaza la atención médica presencial, pero sí es un complemento que trae beneficios. Entre ellos, optimizar la atención a los pacientes, pues al transferir conocimientos entre los médicos, de alguna forma aprenden y se actualizan. Es decir, que la telemedicina no está únicamente orientada de médico a paciente, sino que también puede darse de médico a médico o cualquier otro cargo asistencial.

Adicionalmente, brinda la posibilidad de hacer red de juntas médicas a través de la tele experticia, que según el Hospital Pablo Tobón Uribe, implica una gran responsabilidad ya que, “estamos ante un crecimiento tecnológico y tenemos el reto de seguir cuidando nuestra relación con los pacientes. Utilizar la tecnología para acompañarlos con principios éticos, donde un ser humano requiere nuestra ayuda pero siempre cuidando de su integridad y su salud”.

La atención presencial tiene tres componentes: un interrogatorio en el que el médico escucha las razones por las cuales el paciente acude a él y le pregunta sus síntomas; el segundo componente es el examen físico y el tercero permite acercarse a una impresión que se corrobora con la interpretación de las ayudas diagnósticas.

En la telemedicina no se realiza el examen físico, sin embargo, según especialistas de el Hospital Pablo Tobón Uribe, “se logra alcanzar una buena impresión diagnóstica con el interrogatorio y es un buen complemento en algunos casos cuando, por ejemplo, se trata de un paciente conocido o cuando tiene una patología en la que se puede llegar muy pronto a un diagnóstico”.

La telemedicina no sirve en todos los casos, pero es una excelente alternativa cuando no es posible el desplazamiento del paciente o este se encuentra en otras ciudades e incluso fuera del país. Es importante en casos de pacientes que requieren seguimiento y en los que el examen físico no varía mucho. Cuando un paciente es nuevo, necesita examinarse físicamente y en ese caso no es conveniente que acceda a una primera revisión por medio de este servicio.

De igual forma, este recurso también trae consigo retos importantes, ya que se hace uso de tecnologías de la información y se está expuesto a un tema de accesibilidad y de seguridad en la transmisión de los datos. Por eso se debe buscar que los canales sean seguros y mantengan la confidencialidad. Además, existen varios factores humanos que retan a las instituciones de salud a seguir acompañando a los pacientes a través de la tecnología e invitándolos a que la utilicen para el fomento de su salud y con énfasis en la creación de una relación de confianza.

Cuando se consulta y se agenda una consulta por telemedicina, existe una preparación que debe ejecutarse como si se tratara de una atención presencial. Es importante organizar y tener listos los documentos y exámenes necesarios para la consulta, asegurar una buena conexión a internet, realizar una prueba de conexión a la plataforma, mantener con carga los aparatos que se estén utilizando y ser puntual con la cita programada.

Si no se encuentra ante una situación aguda, una complicación de emergencia o que no muestre signos clínicos de una posible complicación; se pueden solicitar exámenes previos y hacer el acompañamiento a través de telemedicina. Siempre debe haber un proceso de comunicación y educación con y para el paciente.

Un ejemplo del uso adecuado de la telemedicina es el Hospital Pablo Tobón Uribe, que actualmente cuenta con más de 50 especialidades dentro de esta modalidad en las que se encuentran: clínicas, quirúrgicas y oncológicas.

Esta forma de atención cada vez es más frecuente, desde el hospital señalan que “actualmente dos tercios de las citas en rehabilitación física se realizan a través de telemedicina utilizando elementos que tiene el paciente en su casa, representando una experiencia exitosa en esta modalidad con más de mil atenciones en un mes”.

El Pablo Tobón Uribe realizó más de 3.000 atenciones ambulatorias por telemedicina, durante el mes de agosto. Nefrología y hepatología han sido especialidades en las que se han dado más de 800 atenciones entre ambas a través de esta modalidad. “Muchos de los pacientes que acceden a este servicio para estas especialidades viven fuera de la ciudad y por medio de la telemedicina les facilitamos el proceso de continuar su atención y seguir en contacto con los médicos, sin tener que desplazarse y con ahorros importantes para ellos”, señalan desde el (HPTU).

Para conocer las especialidades habilitadas por telemedicina en el Hospital Pablo Tobón Uribe ingrese aquí: bit.ly/34QEMfi