Pablo Arcila Meluk, es ingeniero civil de profesión, una carrera que no ejerció, pues su vida tomó un giro cuando se radicó en París, con el interés de estudiar francés. Un día, un amigo le pidió que le hiciera un dibujo, y cuando se lo entregó, este le sugirió que considerara hacer tatuajes. Algo se reveló. “Fue un amigo turco quien realmente me plantó la idea y, como siempre me ha gustado dibujar, decidí intentarlo”, cuenta Pablo, cuyo nombre artístico es Meluk, su segundo apellido. Una semana después, compró un kit de aprendizaje de tatuajes por internet y, poco a poco, se fue metiendo en el cuento. A la fecha, ya ha realizado más de 1.500 tatuajes en Colombia, Australia y Francia, en estos dos últimos países podía trabajar gracias a su visa de estudiante. Uno de los estudios en los que ha trabajado es Venusblood, ubicado en El Poblado, en Medellín.
Al regresar a Medellín, en 2018, cuidad en la que nació y pasó 26 años de su vida antes de irse a París, se enfrentó a situaciones económicas difíciles, que lo motivaron a desempolvar las máquinas de tatuaje. Comenzó a practicar, dedicando varias horas al día a perfeccionar su técnica. Su familia, entonces, fue su principal apoyo durante ese tiempo. De hecho, su primer tatuaje fue para su hermana. Después vinieron tatuajes para su mejor amigo y su mamá. Fue así como empezó a construir su portafolio, a hacer tatuajes de manera gratuita, a publicar sus trabajos en Instagram y a cotizarse en este mundo artístico.
“Mi deseo de seguir explorando el mundo me llevó a Australia, donde viví dos años. Allá me convertí en el tatuador de la comunidad latina. Un día escribí en grupos de Facebook contando que era un tatuador recién llegado y de repente empecé a ganar clientes. Fue en Australia donde realmente perfeccioné mi técnica y definí mi estilo”. Allí se enfocó en desarrollar un estilo propio. “Mi estilo es cercano al microrrealismo conceptual, aunque siento que cada tatuaje es algo muy personal”, agrega. Después de dos años en Australia, decidió que quería estar cerca de su familia en Medellín.
Su estilo y filosofía de trabajo
“Para mí los tatuajes son una experiencia energética y es vital que, tanto el cliente como yo, estemos en sintonía. Durante el tatuaje, me gusta conversar, conocer la historia de la persona y compartir la mía. Esto hace que el proceso sea terapéutico y relajante, tanto para ellos como para mí”, cuenta Meluk.
En cuanto al ambiente de su trabajo, le gusta hacer tatuajes en un entorno más urbano, con música rap y un estilo callejero. En términos de diseño, se esfuerza por crear piezas únicas, empezando desde cero y basándose en lo que el cliente quiere representar. “Me enorgullece la sutileza y limpieza de mis líneas, así como el hecho de que mis tatuajes cicatricen bien, sin lastimar demasiado la piel”, dice.
Meluk –su nombre artístico- empezará a participar en Expotatuaje para darse a conocer en otros escenarios con su estilo, haciendo lo que más le gusta: tatuar.
Para agendar una cita con Meluk, solicítela a través de su cuenta de IG.
*Contenido en colaboración con Pablo Arcila Meluk.
