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El café de un tamesino que cautiva extranjeros
En 2019, este grano fue incluido entre los 10 mejores de Antioquia, siendo producido por un pequeño caficultor que solo lleva 5 años en el mercado.
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Édison Vasco y Gloria Herrera son los fundadores de Vasher, una agroempresa dedicada a la producción y expendio de café con enfoque sostenible y sabor distintivo. FOTO CORTESÍA
18 de diciembre de 2021
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En la vereda Vallecitos, perteneciente al municipio de Jericó, comenzó a correr un rumor desde hace dos años: “hay un café muy bueno”. Y los curiosos empezaron a llegar hasta una finca llamada Vasher para comprobarlo. El grano ofrecido allí es apetecido porque es cultivado con detalle, seleccionado y tostado en leña.
Pero antes de ganar su reputación, los fundadores se esmeraron por buscar un valor diferencial, según lo recuerda Édison Vasco, la mente detrás de este emprendimiento, quien sigue en búsqueda de la excelencia a pesar de haber conquistado el paladar de consumidores coreanos, emiratíes, japoneses y estadounidenses.
Edison es oriundo de Támesis y por azares de la vida llegó a Jericó, en donde conoció a su esposa, Gloria Herrera, con quien decidió dar vida a la empresa. Ambos creyeron que podían convertirse en caficultures y su convicción en el negocio era tan sólida que alquilaron la tierra con promesa de compraventa.
Una vez con el terreno asegurado, comenzaron a tocar las puertas de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) y pidieron capacitación en nutrición y cultivo para competir con un producto de primera categoría.
Buscar el diferencial
Mientras aprendía con los expertos de la FNC, Édison descubrió que el verdadero negocio consistía en vender un grano especial, por el que la gente estuviera dispuesta a pagar un valor superior.
La fineza de su café, tal como lo detalló, está en el proceso: “despulpamos en seco y se lava el mucílago (sustancia viscosa), pero el agua utilizada no se vierte al suelo directamente. Va a una planta de tratamiento, se le quita la mayor carga contaminante. Pasa por tres tanques en los que se remueven unas natas biológicas. Esas natas se llevan al lombricultivo y todo lo aprovechamos para fertilizar nuestro café”.
Apuntó que el proceso culmina cuando el agua residual pasa por un filtro natural de piedras y todo vuelve a comenzar.
De su finca salen variedades como el honey, los suaves lavados y tradicionales. La fama de su grano ha hecho eco desde 2019, cuando en una rueda de negocios quedó seleccionado entre los 10 mejores de Antioquia.
“Entonces nos empezaron a pedir más café. La gente preguntaba si ya lo vendíamos tostado, pero nosotros solo vendíamos el pergamino seco. Ahí decidimos hacer alianza con unos amigos para trillarlo y tostarlo”, comentó.
El producto comenzó a tener tanta demanda que a Édison le recomendaron registrar la marca y formalizar la empresa. Por eso, el café producido en esa finca lleva la marca de Vasher en los paquetes.
Sin embargo, este emprendedor no se conformó con ofrecer un producto de consumo y se le ocurrió explotar el potencial turístico que hay en su cadena. “Ofrecemos recorridos para los que quieren vivir la experiencia de ver los cultivos, las aves y los paisajes que rodean la finca. También pueden conocer los métodos para preparar el café”, resaltó.
Los resultados hasta ahora, desde la óptica de Édison, son destacados: solo cinco años de operación le han bastado para vender 20 cargas anuales por 125 kilos teniendo apenas 1,3 hectáreas de cultivadas. Por ello, sostuvo que la meta consiste en aumentar mucho más las ventas. Además, la empresa quiere trillar y tostar el grano con equipos propios
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litros de agua consumo Vasher en la producción de un kilo de café.
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