El nombre de Ahed Tamimi, de 17 años, se escuchó en el mundo el 16 de diciembre del año pasado. Su imagen ese día también se hizo viral: de cabello rubio rizado, vestida de blusa lila, una bufanda de tela en su pecho y una chaqueta de yin, decidió explotar su dolor por la ocupación que sufren los palestinos a manos del Ejército y el poder de Israel.
Su mensaje, en forma de cachetadas y patadas a militares, se extendió por el mundo.
Desde ese momento, su nombre ha estado en primera plana, pues fue encarcelada por el acto, y procesada por un “tribunal militar”, el cual la tuvo bajo arresto durante casi ocho meses por esas cachetadas que, más allá de que pudieran ser vistas como una agresión, en su momento fueron un grito de desespero para que el mundo conociera lo que viven a diario.
El mensaje
No temer a la muerte, luchar por sus ideales, dignidad, y buscar una vida más justa es lo que los jóvenes de la actualidad han aprendido. Por eso, el nombre de la palestina Tamimi se ha convertido en un símbolo de resistencia mundial.
La idea la plantea Julián Arturo Zapata, director del Centro Cultural Islámico de Colombia, quien destaca el valor de la acción, pues el solo hecho de enfrentarse a las “fuerzas mejor armadas del mundo, como son las de Israel, supone una amenaza para la vida de quien decide hacerlo”.
La joven recobró su libertad este domingo y fue recibida en medio de una multitud que gritó su nombre en la plaza de Nabi Saleh, en Cisjordania, territorio ocupado por Israel, donde fue detenida en diciembre junto a su madre, quien también fue liberada.
En declaraciones a medios de comunicación, citados por la Agencia EFE, Tamimi manifestó que la lucha “seguirá” y que espera que “las campañas que se realizaron en mi nombre continúen para todos los otros presos políticos, especialmente para los menores de edad”, manifestó Tamimi, quien también señaló sentirse contenta, aunque su alegría “está incompleta por todas las hermanas presas con quienes conviví. Hubiera deseado que estuvieran libres, conmigo, y espero que eso se dé lo antes posible”, agregó.
También señaló que la resistencia seguirá viva hasta que “termine la ocupación”. Sobre su libertad, la abogada Gaby Laksy, quien la defendió en el proceso, resaltó que después de este tiempo en prisión se evidenció “que las razones son más políticas que legales y lo hemos visto hoy –ayer– para decirnos dónde liberarla”.
Una vida de resistencia
Tamimi, aunque es recordada por las imágenes de diciembre pasado, también, según reporta Amnistía Internacional, con su familia, lleva una vida ligada a no decaer.
En redes sociales circulan tres videos que la han popularizado. En uno de ellos, a los once años, empuña su mano y amaga con golpear a un soldado de Israel. En otro, y un poco más grande, se ve cómo con otros niños abordan a un militar, golpeándolo para que suelte a un niño, que había sido retenido.
Según recoge Amnistía Internacional, la familia Tamimi ha sido símbolo de resistencia en Cisjordania y por eso ha vivido esta dolorosa experiencia con su hija.
Tras salir de prisión y disfrutar de un helado, Tamimi, junto a sus padres, fue recibida por el presidente de Palestina, Mahmud Abbas, quien destacó que “la resistencia popular pacífica es la mejor arma para enfrentar la arrogancia de la ocupación y mostrar al mundo las barbaridades que cometen”.
Sin embargo, la alegría para Palestina no es total, como lo planteó Tamimi, por los otros menores de edad que permanecen en prisión, pues también se conoció que las fuerzas israelíes capturaron este fin de semana al artista italiano Jorit Agoch, quien había pintado un mural con el rostro de Tamimi en una pared de Cisjornadia.