40%
del electorado ya votó en las elecciones anticipadas.
3.700
millones de dólares tiene Trump, según Forbes.
A solo dos días de que los estadounidenses acudan a las urnas para tomar una decisión crucial para el futuro de su nación, todos los países del mundo miran con atención lo que ocurre, sabiendo que dependiendo de quién quede en el máximo cargo de la potencia norteamericana, se determinarán, en muchos casos, disímiles caminos a seguir.
Esto es, la elección de Donald Trump o de Hillary Clinton generará escenarios muy distintos según la coyuntura. Sus diferencias políticas, notables durante la campaña presidencial que está a punto de terminar, podrían marcar al mundo en una u otra vía.
Colombia no es la excepción. Sumida en una búsqueda de caminos para consolidar la paz —algo que ha contado por ahora con apoyo decidido de la comunidad internacional y de Estados Unidos—, tiene más que nunca a la potencia como un pilar para su estabilidad.
¿Qué consecuencias podría tener el país con uno u otro mandatario estadounidense? EL COLOMBIANO consultó con excancilleres y expertos, que coincidieron en preferir un escenario en el cual Clinton asuma las riendas de la potencia norteamericana.
Proceso de paz
Estados Unidos no es un país que, en cuanto a política exterior, haga virajes marcados respecto a posturas pasadas. Es cierto que durante la administración Obama se han dado acontecimientos históricos en este ámbito —como Cuba e Irán—, pero en líneas generales, tal como recalca Julio Londoño Paredes, excanciller de Colombia (1986 - 1990), los lineamientos de EE. UU. en el mundo no cambian de la noche a la mañana.
“La potencia sigue una línea general. El hecho de que cambie un presidente no necesariamente implica que habrá virajes sensibles en la política exterior del país. Pero esto es contando con que sea una tradicional como Hillary Clinton la que llegue a la Casa Blanca. En el caso de que sea Donald Trump, ahí sí es muy difícil saber qué va a pasar”, advirtió.
En cualquier caso, como explica Rodrigo Pardo, periodista y exministro de Relaciones Exteriores (1994 - 1997), “Hillary tiene una posición sobre este país influida por su marido Bill, que es básicamente la misma del Plan Colombia, en donde hay mucha cooperación, pero donde no está la misma perspectiva de apoyo decidido al proceso de paz que ha demostrado tener la administración Obama”.
“Hillary es un poco más conservadora que el actual presidente, por lo que sería probable un enfoque menos decidido frente a Colombia. Esto además se daría tras una campaña que ha estado bombardeada por posiciones muy radicales como las de Trump. Eso la ha obligado a ella a tener argumentos para vencer al conservatismo y alejarse en mucha medida de posturas progresistas”, agregó.
Tal como informa Colprensa, en todo caso un asunto que genera muchas más dudas es el hecho de que Colombia no parece ser un tema relevante en sus agendas. En diálogo con dicha agencia, Javier Garay, profesor de la Universidad Externado, considera que ambos candidatos tienen un “desconocimiento de la realidad latinoamericana y en particular de la colombiana. Han apoyado con mucho desinterés el proceso de paz y ni Clinton ni Trump tienen como prioridad a América Latina; menos a nuestro país”.
Trump, un mal mayor
Ese desconocimiento y esa falta de interés en la región es evidente en el polémico Donald Trump, quien para académicos y expertos es el que más genera dudas.
Para Londoño Paredes “el señor Trump es una persona impredecible. No se sabe qué podría pasar con él. Cualquier idea en torno a lo que pueda hacer como mandatario sería especulación. En ese caso habría que esperar”.
Pardo, por su parte, afirmó que “el magnate tiene una ideología desde la cual es poco probable que continúe con el apoyo que el gobierno de Obama le ha dado, sobre todo, al proceso de paz. Además, sus posiciones aislacionistas y xenófobas lo harían cerrarse y seguramente adoptar políticas migratorias que podrían afectar a los colombianos que viven en Estados Unidos”.
En ese sentido, el consenso de los expertos consultados es que aunque con Hillary Clinton habría un leve viraje hacia un enfoque más conservador de EE. UU. frente a Colombia, esto será mejor en cualquier caso que un escenario de incertidumbre representado por Donald Trump.
“Por tanto, de ser elegida Clinton, sería una mala noticia saber que no es Obama, pero la buena es que no se tratará de Trump”, argumentó el periodista.
El comercio
Uno de los fundamentos de la relación entre Estados Unidos y Colombia es el estrecho vínculo comercial que existe, y que se ve encarnado en un Tratado de Libre Comercio (TLC) en vigor desde el 15 de mayo de 2012.
“Trump ha dicho, y ha mostrado su molestia con la apertura comercial de EE. UU., al punto de que la campaña se concentró en el impacto de los TLC en la vida de los estadounidenses”, recuerda a Colprensa Javier Garay, quien no descarta que en una eventual presidencia del republicano “se pudieran dar renegociaciones en estos acuerdos, o incluso denuncias a los mismos”.
Pardo en cambio, basado en el hecho de que al magnate parece importarle muy poco el caso de Colombia, considera que “sí hay una amenaza contra el TLC, pero no necesariamente esta se cumpliría”.
“Si de verdad Trump se atreviera a poner en práctica todo lo que ha dicho en campaña, creo que antes de frenar el acuerdo con Colombia, habría muchos otros TLC más seriamente amenazados, concretamente el de México, por ejemplo. Creo que la magnitud del comercio con Colombia no es lo suficientemente grande en comparación, para que fuera una prioridad de Trump”, concluyó.
De cualquier forma, para académicos como Giovanni Reyes, doctor en Economía de la Universidad de Pittsburgh y docente de la Universidad del Rosario, “en caso de que gane Hillary Clinton, tenemos la ventaja de por lo menos saber que con ella, de entrada, se podrá hablar. Aunque seguramente buscaría renegociar algunos aspectos”.
El mundo también duda
Pero la situación de incertidumbre que genera la elección presidencial estadounidense en Colombia es mucho mayor en otros rincones del mundo, donde la potencia se juega con mucha más fuerza sus intereses.
De esta forma, ¿qué implicarán uno u otro mandatario para el globo tras los comicios del 8 de noviembre?
Consultado por EL COLOMBIANO, Diego Cediel, docente de Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana y experto en asuntos internacionales, explicó que “las diferencias son sustanciales y revelan el perfil de cada uno de los candidatos”.
“Clinton es propia de la doctrina y la ideología que siempre ha mostrado. Más liberal, de búsqueda de consensos, de agotar inicialmente las vías diplomáticas para defender los intereses estadounidenses. Es probable, por tanto, que busque acentos en la cooperación internacional”, auguró.
“En cuanto a Trump, veríamos una lógica un poco más intervencionista, que se iría por dinámicas realistas del poder, en las que el soft power o el hard power sean prioridades por encima del diálogo y la búsqueda de consensos. Por ejemplo, yo veo ahí más probable una intervención militar en algún país”, añadió.
“Donald Trump estaría rivalizando directamente con intereses de China, de Rusia, incluso con los de naciones de Medio Oriente, que no verían muy bien un enfoque militarista en frentes como Siria”, advirtió.
En este sentido, es claro que la mayoría de actores internacionales esperan una victoria de Clinton, pero la incertidumbre está en el caso de que Trump logre batir todos los pronósticos.
Pulso interno
Las preocupaciones no se limitan solo a qué efectos tendrán las elecciones estadounidenses fuera de fronteras. De hecho, la alerta mayor viene de los propios ciudadanos de dicha nación que, como muestran reñidos sondeos, no saben qué opción representa un futuro en el que dejarán atrás distintos problemas que aquejan su cotidianidad.
¿Cuáles de ellos serán los asuntos internos que definirán estas elecciones?
“Fundamentalmente la economía y la situación migratoria. Esos dos temas serán los definitivos para los resultados que tengan los comicios. La economía para el votante blanco, estadounidense, protestante y angloparlante. Está preocupado por la política de impuestos, sus ingresos, la renegociación de puestos de trabajo”, consideró Cediel.
“La situación migratoria podría inclinar la balanza. Hillary ha estado más cerca de buscar el consenso con los hispanos, musulmanes, judíos y demás minorías que ven en Donald Trump una amenaza, lo que puede decidir las elecciones”, concluyó.