El juez de la Corte de Apelaciones del Décimo Circuito de Estados Unidos, Neil Gorsuch, nominado por el presidente Donald Trump para el Tribunal Supremo, prometió la noche del martes ejercer su nuevo puesto con las cualidades que se espera de todos los magistrados del país.
“Cuando practicamos derecho en las trincheras de la ley y nos ponemos nuestras togas, no nos hacemos más inteligentes. Pero sí nos sirve de recordatorio de lo que se espera de nosotros: imparcialidad e independencia, compañerismo y valor”, dijo Gorsuch en una declaración a la prensa desde la Casa Blanca.
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El juez, de 49 años, prometió que hablará con demócratas y republicanos para conseguir que el Senado le confirme y sustituir así al juez conservador Antonin Scalia, fallecido en febrero de 2016 y al que Gorsuch llamó “león de la ley”.
“Aquí de pie, en esta casa llena de historia, y consciente de todas mis imperfecciones, prometo que si me confirman haré todo lo que está en mi poder para ser un fiel servidor de la Constitución y de las leyes de este gran país”, dijo Gorsuch.
Como Scalia, Gorsuch es considerado un juez de la corriente llamada “originalismo”, doctrina judicial según la cual la Constitución de Estados Unidos debe interpretarse como lo harían sus autores del siglo XVIII y no conforme a los cambios de la sociedad actual.
Gorsuch es un sólido conservador que ha defendido la pena de muerte y la libertad religiosa de los individuos por encima de las regulaciones del Gobierno y que, aunque nunca ha emitido ninguna sentencia sobre el aborto, sí ha asegurado que no puede ponerse la libertad a elegir de la madre por encima de la vida del bebé.
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Uno de los casos que le catapultó a la fama es el de la compañía de artesanía Hobby Lobby, que demandó al Gobierno para lograr que no fuera obligatorio proporcionar a sus empleados seguros médicos con cobertura de anticonceptivos, como establece la ley sanitaria proclamada en 2010 por el entonces presidente, Barack Obama.
Gorsuch falló a favor de la Hobby Lobby y a otros grupos religiosos al considerar que la ley de Obama violaba su fe.
Para convertirse en el nuevo juez del Tribunal Supremo, Gorsuch necesita lograr en el Senado una mayoría de 60 votos, una barrera que podría tener difícil superar debido a que los republicanos tienen una mayoría de 52 escaños en la Cámara alta y necesitarían el apoyo de varios demócratas.