Distintas organizaciones civiles, judiciales y religiosas recordaron ayer al fiscal Alberto Nisman, del que tras un año de muerto, no se sabe si se suicidó o fue asesinado. En cualquier caso, desde diversos sectores se recuerdan los hechos alrededor de su deceso y se repite que al jurista lo mataron por “investigar y denunciar”.
Las comunidades judías también le rindieron homenaje por su labor durante 10 años a cargo del caso por el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (Amia), que dejó 86 muertos en 1994.
El 18 de enero de 2015, Nisman fue encontrado muerto en su apartamento de Buenos Aires, cuatro días después de que presentara denuncia contra la entonces presidenta Cristina Fernández, por un presunto encubrimiento de los perpetradores del ataque, y horas antes de que presentara la evidencia correspondiente ante el Congreso.
Tras su muerte, la acusación contra la mandataria terminó siendo desestimada en varias instancias judiciales.
Palabras y homenajes
En la sede de la mutual judía, precisamente, se exhibe una foto de Nisman al lado de una vela encendida. La Amia dijo reconocer así el trabajo del fiscal que estuvo una década al frente de la investigación del ataque y por el que todavía no hay condenados.
La conmoción nacional frente a su asesinato fue inmediata, y el hecho comenzó a enturbiar la imagen que tenía el gobierno de Cristina Fernández. Pero tras un año de este suceso, ¿qué ha pasado en Argentina?, ¿sigue la controversia en torno al caso?
Consultado por EL COLOMBIANO, Marcelo Falak, editor internacional del diario Ámbito Financiero, consideró que el proceso parece transitar la vía hacia la hipótesis del suicidio.
“Se habla mucho de este aniversario, pero no hubo mayores tensiones ni movilización. No se ha avanzado de forma determinante en la investigación, no se sabe aún la causa, pero el proceso parece estar más cerca de la teoría del suicidio que del asesinato”, afirmó.
“En todo caso no se tienen conclusiones oficiales, y el caso continúa generando controversia en el país”, agregó.
Para Julio Burdman, director del Observatorio Electoral (OE) y docente de la Escuela de Defensa Nacional (Edena), la situación está lejos de mejorar en este sentido.
“Ha pasado un año y el caso no es más fácil. La pista que había que seguir, fundamentalmente la criminalística, donde había que reconstruir las condiciones de la muerte de fiscal, se perdió. Los primeros meses siempre son la clave en estos procesos, y por eso muchos sostienen que llegar a la verdad va a ser difícil. Las pruebas físicas se fueron diluyendo”, señaló.
Macri, ¿una esperanza?
Distintos medios en Argentina y el mundo consideran que con la llegada del centroderechista Mauricio Macri al Ejecutivo, el tema se podría destrabar y las investigaciones podrían mejorar su curso.
Para Burdman, “esto no depende de él, es un asunto que maneja la justicia, pero me da la impresión de que el mandatario le va a intentar dar resonancia política al asunto. Ya recibió el día de ayer (domingo) a la familia de Nisman, intentando tal vez afectar al kirchnerismo”.
Precisamente, desde la Casa Rosada, el ministro de Justicia Germán Garavano prometió el lunes que el gobierno colaborará con los jueces “para lograr las respuestas que la familia y la sociedad reclaman”.
Por su parte, el ministro de Ambiente Sergio Bergman, de confesión judía, opinó por su parte que “Nisman fue asesinado por investigar y denunciar”, en una columna publicada en el portal Infobae.
Para Falak, “durante el gobierno Macri se verá respaldo a la postura de los familiares y se pondrán a su disposición todos los recursos investigativos para determinar las causas de su muerte y también para apoyar su denuncia contra Cristina Fernández”.
En cualquier caso, y tal como reitera Burdman, en este momento el debate en Argentina parece radicar en ámbitos distintos: “las primeras medidas económicas y de ajuste de Macri fueron un poco duras, y se dieron además un conjunto de despidos en el sector público. Hay un descontento en el país por eso. Pero es natural que pase esto tras 12 años de un gobierno con gasto excesivo”.
300
heridos dejó el atentado suicida contra la sede de la Amia en Buenos Aires.
