En lo que podría ser el último escándalo de su presidencia, Donald Trump presionó al secretario de Estado de Georgia a “encontrar” votos en el conteo de los sufragios de las elecciones de noviembre, con el fin de revertir el resultado que dio como ganador de los comicios al demócrata Joe Biden.
Washington Post publicó el audio de una conversación de una hora entre Trump y el republicano Brad Raffensperger, en la que le pide “recalcular” los papeletas para tener una elección “precisa”. “Solo quiero encontrar 11.780 votos, que es uno más de los que tenemos. Porque ganamos el estado”, dice el mandatario en la grabación.
Raffensperger, un político cercano al presidente, no cedió a sus pretensiones. Mientras Trump decía que debía ajustar los cómputos porque –sostiene– hubo “fraude”, él había “ganado” y la gente estaba “enojada” porque no se mostraba de esa forma, Raffensperger le respondió que sus números estaban “mal”.
Esos 62 minutos con 8 segundos muestran el desespero del mandatario por conseguir la reelección, una misión imposible cuando faltan escasas dos semanas para que Biden sea juramentado como nuevo presidente, el 20 de enero.
Además, es la evidencia clara de las presiones de la Casa Blanca a los oficiales republicanos para alinearse con las teorías de Trump que alegan que hubo fraude en los comicios del 3 de noviembre, aunque no presente pruebas que sustenten esa afirmación y a pesar de que sus demandas tampoco fueran aceptadas por la Corte Suprema.
Washington Post describió esa llamada como un “abuso de poder flagrante y posible acto delictivo”. Sin embargo, analistas consultados por EL COLOMBIANO explicaron los motivos por los que convertir este material en un caso judicial contra el mandatario representa un largo camino.
“Claramente esto podría entrar en el ámbito del derecho penal, pero no es sencillo acusar a una persona de haber perpetrado un crimen porque este comportamiento puede depender también de una evaluación psicológica de su estado mental. Pero, si se lee en otros términos, está claro que su comportamiento ante el mundo es ajeno a la conducta que debería tener un mandatario”, afirma Emilio Viano, profesor de política de American University.
En Estados Unidos hay dos tipos de leyes, de carácter federal y estatal. En este caso comenzar una investigación por esa grabación depende de la Fiscalía del estado Georgia, dado que la presunta conducta irregular se habría perpetrado en ese lugar. Pero, esta es liderada por republicanos. Así las cosas, no se sabe si un juez de esa colectividad decida iniciar el proceso contra un mandatario de su mismo partido.
“Hay evidencia que puede abrir paso a que se dé una investigación al respecto”, asegura David Castrillón, profesor de relaciones internacionales de la Universidad Externado. Para el experto, “la conversación sí puede interpretarse como un intento de manipular los comicios. En ese sentido, podría leerse como un delito. Las leyes de carácter federal y estatal criminalizan actos de conspiración para manipular una elección o de solicitar que se manipule y la persona podrían ir a la cárcel por un periodo de entre uno a cinco años”, agrega Castrillón.
Luego, Trump está buscando crear un indulto para sí mismo que aplicaría una vez termine su mandato. No obstante, este solo sería válido para conductas que sean responsabilidad de la legislación federal, dado que las actuaciones que sean competencia de los jueces estatales no están amparadas por ese tipo de figura.
Ahí entran las investigaciones de la justicia de Nueva York sobre las empresas del mandatario, los negocios de sus hijos –especialmente de Donald Trump Jr.– y la presunta evasión de impuestos. De esta forma, así logre sacar adelante su auto-indulto antes de entregar el poder a Biden, este no lo libraría de todos los procesos que, eventualmente, podrían abrirse en su contra.
Ahora Trump es blanco de críticas, incluso dentro de su propio partido. El expresidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, aseguró que “es difícil concebir un acto más antidemocrático y anticonservador que una intervención federal para revertir los resultados certificados por los Estados y privar del derecho a voto a millones de estadounidenses”.
No obstante, existe un férreo grupo de seguidores del mandatario que se mantienen a su lado. Este lunes protagonizaron una manifestación en Washington para defender que él sí ganó los comicios de noviembre. Además, Trump convocó a otra movilización este miércoles, el día que el Congreso debe recibir los votos del Colegio Electoral que confirmarán la presidencia de Joe Biden.