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Los tres millones de refugiados que Turquía quiere devolver

El país amplía su política antimigración y genera un escudo humano para el conflicto.

  • Los refugiados que llegan a la isla griega de Lesbos son llevados a Turquía gracias a un acuerdo con la Unión Europea. Allí hay al menos 3,6 millones de sirios. FOTO AFP
    Los refugiados que llegan a la isla griega de Lesbos son llevados a Turquía gracias a un acuerdo con la Unión Europea. Allí hay al menos 3,6 millones de sirios. FOTO AFP
19 de septiembre de 2019
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Turquía abrió sus puertas al éxodo de su vecino, Siria, a cambio de los euros que enviaba la Unión Europea (UE) para respaldar la atención a los refugiados. Ahora, con 3,6 millones de foráneos en su territorio, una guerra al lado que no cesa y un presidente como Recep Tayyip Erdoğan cuestionado por una parte del continente, el país le apuesta a dar una vuelta a esa acogida.

Erdoğan anunció que contempla “reintegrar” a entre 2 o 3 millones de esos refugiados, creando una “zona segura” en el lado sirio de la frontera, cercana al río Éufrates, que conecta a los dos países. Su objetivo es retornar a estas personas que salieron de Siria huyendo de una guerra que ajusta nueve años y aún no encuentra un punto final.

Así, los refugiados quedarían en la línea divisoria de un territorio en crisis con otro que constituye el único paso terrestre para llegar a Europa. Su otra opción es la ruta del mar Mediterráneo, donde en lo que va de 2019 han muerto al menos 356 personas intentando cruzar el océano, según la Organización Internacional de la Migraciones.

El fin de una transacción

En julio Turquía suspendió el acuerdo que tenía con la UE desde abril de 2016 para la readmisión de migrantes. Este consistía en que el país recibía a las personas que llegaban a las islas griegas a cambio del apoyo económico de la comunidad cifrado en 3.600 millones de euros. Como lo explica el internacionalista de la Pontificia Universidad Javeriana, Benjamín Herrera, el país hizo de la migración “una moneda de cambio”.

Además de dinero, Turquía esperaba que el grupo retirara la exigencia de visa a sus ciudadanos para entrar al territorio comunitario, pero no consiguió esa exención y terminó sumando un punto en su contra: sanciones por parte de la UE por presuntamente violar las aguas de Chipre para hacer exploraciones de gas.

Con esa fisura comenzó a subir el tono en el discurso migratorio. Estambul, su capital, expulsa hace 30 días a refugiados sirios sin papeles. A comienzos de este mes, Erdoğan amenazó con abrir su frontera y dejar pasar a los migrantes a Europa si no recibía más apoyo económico. Ahora, da los primeros pasos para hacer tangible esa propuesta de la “zona de seguridad” en la frontera, de la que no se conoce la delimitación, pero la iniciativa enmarcó su cumbre con Rusia e Irán sobre la guerra, que se realizó el lunes.

Refugiados a la deriva

En medio de sus intereses económicos y sus estrategias en Siria –en donde participa en el conflicto– quedan los 3,6 millones de refugiados que están en Turquía. Sobre ese punto, el docente de relaciones internacionales de la Universidad Externado, Miguel Martínez, sentencia que si la gente sale de su país es porque la situación es insostenible y no puede regresar.

Pero esa es una realidad que parece ajena a Turquía como receptor de refugiados. Entonces, los estarían devolviendo a un territorio en conflicto donde, además, quedarían en una frontera, convirtiéndose en una barrera humana entre la guerra y el camino a Europa. Martínez explica que la medida de Turquía refleja la división interna de los países europeos en los que, ante la falta de una política común migratoria, apuntan entre sí sobre quién debe quedarse con los migrantes. “Se mantienen en ese juego que al final es poco eficiente”, afirma el experto.

Ya las tropas turcas y estadounidenses efectuaron el primer patrullaje en el nordeste de Siria, en la frontera, donde Erdoğan espera erigir en los próximos meses su “zona de seguridad”. De esta la única certeza es que reduce la población de refugiados en su país, pero nada cambia de la guerra en Siria. De fondo están las declaraciones del jefe del departamento de Lucha contra la Inmigración Ilegal, Ramazan Seçilmis: “Estambul ha alcanzado el límite de su capacidad y hay que reducir la presión”.

4
millones de migrantes de diferentes nacionalidades tiene Turquía: OIM.
40
millones de dólares ha invertido Turquía en la migración: Gobierno.
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