Tras el derrumbe del restaurante Medusa Beach Club, ubicado en una turística zona de la isla española de Mallorca, el número de muertos se elevó a cuatro y la cifra de heridos a más de veinte, varios de ellos de gravedad, indicaron el jueves los servicios de emergencia de la región de Baleares.
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El local está ubicado frente al mar Mediterráneo, en una zona muy frecuentada por turistas extranjeros al sur de la ciudad de Palma de Mallorca, la capital de la isla mediterránea, donde el techo del edificio de dos plantas cedió y causó estragos en toda la estructura.
Los cuatro muertos por el derrumbe son dos turistas alemanas de 20 y 30 años, un senegalés de 44 y una trabajadora del lugar de nacionalidad española de 23, informó un portavoz de la Policía Nacional.
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“Todo apunta a una estructura antigua y a una causa de sobrepeso, una causa combinada”, dijo este viernes a la prensa el jefe de bomberos de la ciudad de Palma de Mallorca, Eder García, sobre el derrumbe ocurrido el jueves por la noche.
La primera planta del club se hundió sobre la planta baja y esta cayó sobre la subterránea, que “es donde hemos encontrado más víctimas”, había dicho García desde la noche del jueves.
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Los trabajos de rescate concluyeron, y este viernes por la mañana la policía custodiaba el lugar derrumbado para evitar nuevos accidentes.
El alcalde de Palma de Mallorca, Antonio Jiménez, explicó que, de los 16 heridos iniciales, ya solo hay ocho personas ingresadas, todas de nacionalidad holandesa.
“Los heridos ya están fuera de peligro”, añadió Jiménez, quien puntualizó que el ciudadano senegalés y la mujer española fallecidos eran residentes en la isla.
