viernes
3 y 2
3 y 2
La crisis en Siria y Turquía tras el terremoto del pasado lunes sigue aumentando. El número de cuerpos encontrados sin vida debajo de los escombros es cada vez mayor. Por ejemplo, solo en Siria van más de 8.574 muertos, mientras que en Turquía ya superaron la cifra de 2.500 decesos, sin restarle los datos del ministerio sirio de Salud en las zonas controladas por el Gobierno y de los Cascos Blancos en las zonas rebeldes.
El frío, la lluvia y la nieve empeoran las labores de los rescatistas que ahora están en una carrera contrarreloj tratando de salvar todas las vidas posibles. Estas jornadas serán cruciales para encontrar nuevos sobrevivientes bajo los escombros que dejó el imponente terremoto de magnitud de 7,8.
En Siria, el saldo debe “subir considerablemente porque cientos de personas siguen atrapadas bajo los escombros”, indicaron los Cascos Blancos (voluntarios de protección civil) de las zonas rebeldes. Se trata del peor terremoto que ha vivido Turquía desde 1999, cuando una sacudida mató a 17.000 personas, mil de ellas en Estambul.
La Organización Mundial de la Salud calcula que 23 millones de personas quedaron “expuestas” a las consecuencias del seísmo, “incluyendo cinco millones de personas vulnerables”.
Frente al desolador panorama, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan decretó el estado de emergencia por un periodo de tres meses, tiempo que tardarían en atender la emergencia, además anunció que hasta el momento han recibido ayuda internacional de 45 países.
Mientras tanto, La Unión Europea movilizó 1.185 socorristas y 79 perros de rastreo para Turquía y trabaja con sus socios humanitarios en Siria para financiar operaciones de asistencia. Por otra parte, Estados Unidos enviará dos equipos de socorristas a la zona mientras que trabajan con onegés locales.