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El “desastre” sirio persiste con seis años de conflicto

Enfrentamientos entre régimen, rebeldes, ejércitos internacionales y yihadistas han dejado 321.358 muertos.

  • Así quedó el oeste de Alepo en diciembre cuando fue recuperada por el régimen de Bashar al Asad.
    Así quedó el oeste de Alepo en diciembre cuando fue recuperada por el régimen de Bashar al Asad.
  • En seis años de conflicto, 2,9 millones de niños sirios viven en condiciones de conflicto.
    En seis años de conflicto, 2,9 millones de niños sirios viven en condiciones de conflicto.
  • Los recortes de agua, sobre todo en Alepo y Damasco, han sido estrategia contra los civiles. Foto afp
    Los recortes de agua, sobre todo en Alepo y Damasco, han sido estrategia contra los civiles. Foto afp
Siria: años de conflicto y desastre
16 de marzo de 2017
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Antes del 15 de marzo de 2011, antes de que Siria se convirtiera en el escenario donde sucede “el peor desastre creado por el hombre desde la Segunda Guerra Mundial”, como alertó ayer la ONU, hacer periodismo en ese país era ponerse la soga al cuello.

“Nunca en Siria ha habido una prensa libre, ningún medio privado independiente existía, todo el sector estaba controlado por el régimen. Los periodistas trabajaban para medios de comunicación oficiales o eran supervisados de cerca y censurados por las autoridades”, relata Alexandra El Khazen, coordinadora para Medio Oriente de la organización Reporteros sin Fronteras.

Aún hoy, cuando más de 300.000 personas han fallecido en un conflicto en el que empezaron enfrentándose facciones de rebeldes contra el régimen del presidente Bashar al Asad, y al que luego se sumaron el Estado Islámico (EI), otros grupos yihadistas y ejércitos internacionales (principalmente la Coalición Internacional, Rusia e Irán), el yugo contra los medios persiste.

De acuerdo con El Khazen, las protestas y revueltas de 2011 crearon en Siria un nuevo espacio para las voces independientes, que ayudó al lanzamiento de nuevos medios de comunicación de oposición. Sin embargo, cuando régimen y rebeldes comenzaron a enfrentarse, se elevó la represión contra los comunicadores. Además, el surgimiento del EI y de otros grupos militantes en la región sumó más riesgos a los periodistas.

“Somos blanco de todas las partes del conflicto, de las amenazas, los secuestros, los asesinatos. Informar se ha convertido en una de las profesiones más peligrosas”, denuncia la comunicadora, y añade que en seis años de conflicto, Siria, el país más mortífero para periodistas en el mundo, vio fallecer a 139 reporteros y a 47 blogueros.

Una Siria inhabitable

Si informar en Siria es asfixiante, sobrevivir requiere valentía. Ayer, cuando se cumplía un sexenio de los enfrentamientos (ver infografía), y pese a que se mantiene vigente una tregua desde diciembre, una treintena de personas perdieron la vida en un atentado suicida contra el Palacio de Justicia, en pleno centro de Damasco, la capital.

La situación parece no cambiar desde hace 72 meses. “Lo más notorio ha sido el sufrimiento que el conflicto ha supuesto, la destrucción casi que completa del país, las heridas abiertas en cuanto a convivencia religiosa y sectaria, los 2 millones de personas que han quedado físicamente lastimados o con discapacidades permanentes”, reflexiona Amy Fairbairn, de Mercy Corps, una organización con base en Londres que ha estado durante los seis años de conflicto en Siria.

Para ella preocupan sobre todo los menores sirios, 2,9 millones de los cuales viven en condiciones de conflicto sin acceso a la escuela, así como buena parte de los 810.926 que huyeron a países vecinos. “Su falta de seguridad representa una amenaza importante para la libertad, lo que dificulta que muchos continúen su educación y su desarrollo”, describe la líder, y añade que para los jóvenes que viven como refugiados en los países de acogida, el estrés de una vida en crisis los pone en riesgo de tomar decisiones nocivas y peligrosas, como unirse a grupos o a redes de tráfico.

Entretanto, la inquietud de Miguel Ángel Sierra, catedrático de Química de la Universidad Complutense de Madrid y exintegrante de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), en el uso de estas últimas en el conflicto sirio. Y es que la ONU tiene hallazgos concluyentes sobre el empleo de gas mostaza (que causa ampollas en la piel , problemas respiratorios y hasta ceguera) y de gases nerviosos (que provocan parálisis y hasta la muerte), al parecer por parte de Estado Islámico y del ejército sirio, aunque aún no está totalmente determinado quiénes son los responsables y qué otras sustancias utilizan.

“En un conflicto tan complejo como el de Siria, el uso de armas químicas no tiene ventajas táctica sobre otras convencionales, pero cuando se usa contra civiles, como ha sucedido, es claro que se trata de una estrategia del terror que debilita a los enemigos”, expresa Sierra, para quien en una guerra donde nada parece estar bajo control, se corre el riesgo de que los gases puedan seguir siendo usados por cualquiera.

¿El fin del conflicto?

Pese a esos escenarios que parecen de no acabar, “todo indica que el conflicto está entrando en una fase decisiva”, anota Sergio Moya, coordinador del Centro de Estudios de Medio Oriente de la Universidad Nacional de Costa Rica.

“Está claro, después de todos estos años, que el Gobierno no va a caer, y que sus más importantes enemigos están cada vez más acorralados”, agrega, argumentando que a la recuperación de Alepo (en diciembre) por parte del régimen, se sumó la retoma de Palmira hace dos semanas y “en el mediano plazo”, la de Al Raqa (occidente), que se convirtió en el centro de operaciones del EI.

Si las fuerzas de Asad logran controlar esta última ciudad, con el apoyo de los rusos y los iraníes, lograrían terminar el conflicto a su favor y eso plantearía la posibilidad de lograr un acuerdo con la oposición armada, dispuesta desde diciembre al diálogo en las ciudades de Ginebra (Suiza) y Astaná (Kazajistán).

“Inevitablemente la acción diplomática pasará por ahí, y muchos de los grupos que no participan en los diálogos van a terminar acomodándose a este proceso”, infiere Moya, para quien lo que quedará pendiente entonces será el futuro del mando del líder sirio, cuya destitución piden rebeldes, EE. UU. y la Unión Europea.

Infográfico

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