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Las imágenes de dos aviones militares rusos en el aeropuerto de Maiquetía, en Venezuela, comenzaron a circular este fin de semana y, con ellos, el interrogante sobre el objetivo que tendría el régimen de Nicolás Maduro al recibir estas aeronaves enviadas por el gobierno de Vladimir Putin.
Ayer se confirmó que estos aterrizaron con tropas y cargamento militar, un hecho que alertó al gobierno de Colombia y el Grupo de Lima –integrado por países que rechazan al régimen de Maduro– y fue repudiado por el presidente interino Juan Guaidó, quien es reconocido como mandatario legítimo por cerca de 60 países.
La información de agencias de prensa indica que en estos arribaron 100 soldados y 35 toneladas de equipo militar.
La cancillería rusa declaró que el envío de militares se realizó “con pleno respeto a la legalidad” y la Constitución de ese país. Una visión contraria a la denunciada por Washington.
John Bolton, asesor de Seguridad Nacional, afirmó que su nación “no tolera que las potencias militares extranjeras hostiles se mezclen con los objetivos compartidos del hemisferio occidental de democracia, seguridad y estado de derecho”.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, acusó a Estados Unidos de tratar de organizar un “golpe de Estado” en Venezuela, pero no se refirió al envío de militares.
Rusia “está ampliando su cooperación con Venezuela con pleno respeto con la Constitución de ese país y a la legalidad”, declaró la portavoz de la cancillería, Maria Zajarova.
Y es que esta no es la primera vez que Maduro recibe material de los rusos. En diciembre pasado, también aterrizaron dos bombarderos con capacidad nuclear Tu-160, un hecho que demuestra la cercanía militar que ha habido entre ambos países, y que comenzó con los primeros años del gobierno de Hugo Chávez.
Los gobiernos de Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, Chile, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía manifestaron su preocupación por el arribo de dos aeronaves y reiteraron su “condena a cualquier provocación o despliegue militar que amenace la paz y la seguridad en la región”. Por su parte, Guaidó aseguró que el arribo de este material bélico viola la Constitución.
Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos, se sumó a esta visión al indicar que estos constituyen un “acto lesivo contra la soberanía venezolana” y son “instrumento de amedrentamiento represivo”.
Rusia, junto a China, es el principal aliado de Maduro y su apoyo ha sido clave para que este se mantenga en el poder.
Periodista egresada de la facultad de Comunicación Social - Periodismo de la Universidad Pontificia Bolivariana.