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Buen Comienzo abrió puertas hace un mes y todavía hay profes sin contrato
El programa dice que esto se debe a que no se han llenado todos los cupos. Son varias las quejas.
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Aún no se ha contratado todo el personal de Buen Comienzo porque no se ha logrado la cobertura total de beneficiarios. FOTO El Colombiano -
05 de marzo de 2023
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Buen Comienzo lleva poco más de un mes de haber iniciado la atención de 2023 y ya hay quejas de profesoras que ven su situación laboral peor y hasta hablan de demoras en la entrega de paquetes alimentarios a las familias, disminución de productos y la eliminación del kit de higiene bucal que les daban a los niños y niñas de la modalidad institucional.
Las que firmaron contrato tienen asegurado el puesto hasta mitad de año, seis meses con la tranquilidad que no tuvieron el semestre pasado, cuando se sometieron a la inestabilidad de adiciones de hasta 10 o 15 días. La expectativa es que en la segunda parte de este 2023 haya un único contrato hasta diciembre.
El drama lo viven las agentes educativas a las que no han llamado. Esto, porque la contratación del personal va a la par de la cobertura, es decir, los niños, niñas y madres gestantes y lactantes matriculados. Según informaron desde el programa, “a la fecha, de los 54.447 dispuestos para la atención integral en las modalidades Buen Comienzo, se ha logrado la matrícula de 41.752 participantes”, o sea que en este momento la cobertura es del 77%.
“Quitaron un encuentro”
Profesionales que sí empezaron ya se quejan porque en el nuevo contrato, de la modalidad Entorno Familiar, no incluyeron el auxilio de transporte con el que pagaban los pasajes para moverse en los territorios. “Una comuna es muy grande, no todas las familias viven en el mismo barrio, unas casas quedan muy lejos y para llegar a pie es muy difícil porque son varias visitas en un mismo día”, dijo una de las agentes educativas.
Buen Comienzo manifestó que en dicha modalidad, operada por Metrosalud, no fue eliminado el auxilio, sino que se asignaron recursos para tres camionetas al mes, con el fin de trasladar el equipo humano a zonas de difícil acceso y transportar materiales. Las profesoras dicen que no sabían de tal recurso, han estado trabajando a pie desde enero, y se preguntan cuál es el criterio para facilitar el servicio de estos carros.
Se lo preguntan porque el nuevo contrato les exige desplazarse mucho más. Otro cambio que no cayó bien fue que duplicaran las visitas (de una hora cada una) que deben hacer agentes educativas, nutricionistas y educadores físicos a los hogares: pasaron de 20 a 40 mensuales. El descontento aumenta porque, a la par, quitaron uno de los tres encuentros educativos grupales, que duran dos horas y que permitían tener a varios hogares en un mismo lugar.
Estos encuentros y visitas tienen como objetivo hacer seguimiento a niños, niñas y madres lactantes y gestantes. Con ellas se evidencian situaciones en el desarrollo, la salud y la nutrición de los beneficiarios; casos de violencia intrafamiliar o problemas de crianza. Se busca acompañar a las familias para que fortalezcan sus capacidades para el cuidado y la crianza, lo que implica orientarlas sobre la oferta pública existente.
Desde el programa aclararon que en 2022 cada familia participaba en tres encuentros grupales al mes, de dos horas cada uno, y un acompañamiento en el hogar cada tres meses. No obstante, debido a que algunas personas expresaron dificultades para asistir a los talleres grupales, ahora, cada mes son dos encuentros educativos grupales, de dos horas cada uno, y un encuentro educativo en el hogar cada dos meses.
“Si bien, se incrementa la frecuencia de encuentros educativos en el hogar, la cantidad de los encuentros educativos grupales disminuye, pasando de tres a dos encuentros mensuales, lo cual equipara la dedicación en tiempo de los agentes educativos en la implementación de la modalidad”, indicaron desde Buen Comienzo. Lo cierto es que las profesionales tienen muchos hogares a cargo, por lo cual se sienten afectadas haciendo el doble de visitas a las casas para cumplir las metas, y sin el auxilio se sienten peor.
Otra situación que las indigna en esta modalidad es que apenas el pasado viernes entregaron a las familias el paquete alimentario de febrero. Las mamás ya tenían estallados los teléfonos de las profesoras porque no recibían paquete desde noviembre. Y, para completar, algunas madres dijeron que llegaron reducidos en comparación con el año pasado.
“Quitaron kit de higiene bucal”
Asimismo, hay inconformidad en la modalidad institucional, que atiende a niños y niñas en las sedes del programa y en la que tampoco han terminado de contratar el personal. Una de las quejas más importantes es que quitaron la entrega del kit de higiene bucal (cepillo de dientes, seda y crema dental) que le entregaban a cada niño.
Parece una nimiedad, pero ha generado contratiempos. Para algunas familias comprar ese kit no es fácil debido a sus problemas económicos, pero también hay otras descuidadas con los procesos de los hijos, dicen las agentes educativas. Esta es la hora en la que no todos los niños tienen su cepillo de dientes o hay quienes han enviado cepillos de adulto, en mal estado o los mismos que usan en la casa.
Y no falta el niño que ve más lindo el cepillo de otro compañero, pues ya los diseños no son iguales para todos. La explicación que dio Buen Comienzo es que hay falta de compromiso y responsabilidad de muchas familias con el desarrollo integral de sus hijos, por lo cual incluyeron estrategias para fortalecerlas como principal entorno protector de niños y niñas. Una de las tareas es que “dispongan el kit de higiene bucal que utilizará el niño o niña durante el año en la sede”.
Por lo pronto, en ambas modalidades sienten que las labores administrativas son cada vez más pesadas y que importa más llenar papeles y presentar informes que la labor con los niños. Opinan que hay sobrecarga laboral y que, pese a amar su trabajo por la primera infancia más vulnerable, “Buen Comienzo ya no es para echar raíces, sino para volar”.
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