Sin sospecharlo, Rosa María Núñez terminó convirtiéndose ayer en una de las mujeres privadas de la libertad que protagonizaron un desfile de modas en las instalaciones de la cárcel El Pedregal, en medio de una cruzada por la paz, la resiliencia y la esperanza.
Entre luces, cámaras y los aplausos de más de 500 espectadoras, Núñez logró sobreponerse a su timidez y con aplomo recorrió una pasarela junto a modelos de talla internacional, vistiendo los atuendos ideados por un grupo de estudiantes de moda de la Institución Universitaria Salazar y Herrera.
Le puede interesar: El próximo domingo repetirán elecciones del Concejo de Pueblorrico
En un centro de reclusión que cada tanto ocupa los titulares de los medios de comunicación por hacinamiento y crisis en su servicio de alimentación, que parecieran haberse vuelto paisaje, la angustia y las preocupaciones fueron temporalmente hechas a un lado en una celebración que hasta incluyó espectáculos musicales.
“Un día cualquiera estábamos estudiando y llegó el director a hacer una convocatoria para las que quisieran participar en este desfile. Nos hizo un sorteo de unas baloticas y en una de esas quedé yo de segunda. Muy rico. Siempre he querido modelar en una pasarela de estas. No es en el mejor lugar, pero por algo empezamos”, contó la joven de 22 años, con una sonrisa dibujada en el rostro.
Lea también: Disidencias retuvieron personal y vehículos de empresa de desminado humanitario en Campamento
“El programa es muy importante para mí, porque aprendo algo que me gusta y la paso muy bueno. Me distraigo de todo este agite de aquí. Es una forma de distracción, despejar la mente y aprender” añadió.
Junto a Rosa María, otras 23 mujeres privadas de la libertad de ese centro, premiadas por su buen comportamiento, fueron las anfitrionas de una jornada en la que se conjugaron la moda, el arte y la paz.
Juan Esteban Maya, coordinador del programa de Diseño de Modas de la Institución Universitaria Salazar y Herrera, señaló que, a diferencia de años anteriores, esta vez la pasarela contó con el apoyo del sector privado, el Inpec (Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario) y ese centro educativo, que lograron realizar un desfile sin nada que envidiarle a uno profesional.
“Este es un proyecto que nace desde el centro penitenciario de El Pedregal con el Inpec, la Institución Universitaria Salazar y Herrera con el programa Diseño de Modas y varios empresarios del sector del entretenimiento, quienes por primera vez se unieron para desarrollar este desfile que se llama Mujeres en Paz, una iniciativa que apoya la paz, la reconciliación y la resiliencia de las mujeres de El Pedregal”, explicó el docente.
Según precisó Maya, los atuendos que se exhibieron en el desfile los idearon 20 estudiantes del Salazar y Herrera, quienes como parte de su formación académica pusieron sus conocimientos al servicio de los procesos formativos y de convivencia que se adelantan en el centro penitenciario.
Siga leyendo: La cerámica de El Carmen ya es de mejor familia: se afianza como patrimonio nacional
Además de esa labor de confección, que también contó con el trabajo de las maquilas de El Pedregal, los inquietos estudiantes se involucraron en el proceso de maquillaje y de peinado de las modelos.
En el caso de los alumnos, su reto también consistió en hacer brillar una pasarela diversa, en la que participaron mujeres de todas las edades y tallas, en una búsqueda por alejarse de los estereotipos de belleza que suelen predominar en la industria de la moda.
“También queremos que los estudiantes vivan el proceso de resocialización y que hagan parte de este proceso de paz, tan bello para las mujeres de la cárcel El Pedregal”, añadió el docente.
Junto a las mujeres privadas de la libertad, la pasarela contó con modelos profesionales de la Agencia XY Models, quienes con su experiencia y ejemplo impulsaron a las internas a fortalecer su confianza y dejar atrás el miedo a los escenarios.
Luego de bajar de la pasarela, Rosa María Nuñez confesó, dibujando nuevamente una sonrisa en su rostro, que luego de vencer sus miedos, ahora no teme en soñar algún día convertirse en una modelo.
“Primero estaba muy asustada, porque la verdad yo soy nerviosa, pero he hecho ya dos obras de teatro aquí y no me dan tanto nervios. Pero ya como que me estoy acostumbrando. Yo creo que ya puedo salir y seguir siendo modelo”, añadió.
