La situación de riesgo en el corregimiento San Antonio de Prado, de Medellín, en vez de mejorar, parece empeorar con el paso de las horas. Al principio de este jueves, fuentes de la alcaldía habían hablado de 77 viviendas evacuadas a causa del peligro de alud desde una montaña vecina, y al promediar esta tarde, ya había una más, es decir, 78.
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También el alcalde, Federico Gutiérrez, al hacer un balance de la actual temporada invernal mencionó 82 edificaciones desocupadas en esta zona de la ciudad, entre las que además estaría contando otras cuatro que también están dentro de un área amenazada por un posible derrumbe, pero que ya estaban desocupadas cuando se dio la orden.
Más o menos unas 50 familias se han autoalbergado donde familiares y allegados, en tanto que otros están en un hotel pagado por el Distrito.
Parte de los funcionarios del Dagrd (Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres) trabaja para acompañarlos en la evacuación de los enseres a la vez que otros, con maquinaria pesada, buscan estabilizar el morro donde se origina la amenaza geológica mediante la remoción controlada del material de rocas y tierra acumulado en la parte superior del deslizamiento.
“Lo que vemos en Santa Rita -el sector donde ocurre la emergencia- es justamente un desplazamiento de tierra que se viene generando la última semana y que se ha agravado de una manera sustancial por las fuertes lluvias”, explicó el alcalde Gutiérrez, al tiempo que mencionó que ya se notan agrietamientos de hasta metro y medio o casi dos metros, de manera que el riesgo sería inminente para todo el sector de Santa Rita, donde ocurre la emergencia.
Las evacuaciones se iniciaron el viernes de la semana pasada, cuando comenzó a desbordarse la montaña. Por fortuna no hubo afectaciones a la vida de las personas debido a que desde el 28 de abril, en una primera visita para identificar posibles riesgos, el Dagrd había advertido a los habitantes y les sugirió salir.
“Lo primero es cuidar y preservar la vida de las personas, y así se los hemos dicho a las familias, entendiendo que en esta situación crítica todas tienen ayuda humanitaria de la Alcaldía de Medellín”, añadió el mandatario distrital.
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Gutiérrez detalló que la administración sigue pendiente de varios frentes de atención en su jurisdicción, como el barrio Villatina, donde hubo más de 53 viviendas afectadas luego de un deslizamiento ocurrido en la noche del 21 de mayo. También, del corregimiento Altavista -lado contrario de la montaña donde está San Antonio de Prado-, donde el 28 de abril en la noche una creciente de la quebrada La Guayabala se llevó siete casas y dañó de manera seria otras 36 viviendas, con por lo menos 136 damnificados.
Pero el invierno no solo se ha ensañado contra sitios pobres. Los organismos de socorro atendieron además un alud en la Loma de los Balsos que afectó la vía de acceso. Allí, la maquinaria oficial ha removido 26.000 metros cúbicos (1.600 volquetadas) de material que estaba flojo en la parte superior y amenazando con producir una tragedia. También de allí fueron evacuadas inicialmente siete familias y aun dos permanecen fuera de sus casas.
De acuerdo con el alcalde, en todo el año van más de 3.400 emergencias por lluvias y 1.200 por deslizamientos. El comportamiento de mayo es aún más revelador de la forma recia como las lluvias han actuado: solo en este mes ha habido más de 650 llamados de emergencia, entre inundaciones y deslizamientos.
