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En cinco municipios se concentran
los porcentajes más altos de tala.
La sequía fue uno de los factores.
Por María Victoria Correa
El más reciente boletín de detección temprana de la deforestación, emitido por el Ideam, revela que casi el 85% de la deforestación que tuvo lugar entre octubre y diciembre de 2019 ocurrió en la Amazonia. En total se vieron afectadas de 28,000 hectáreas.
De acuerdo con el Ideam el principal núcleo de afectación en este trimestre (octubre-diciembre) se presentó en el noroccidente del Guaviare, especialmente en el área de influencia de la denominada “Marginal de la Selva”, al sur del río Guayabero. “La expansión y consolidación de la infraestructura vial informal continúa siendo el principal factor de la pérdida de bosque. Esta dinámica de intervención la promueven principalmente grupos armados ilegales e inversionistas ajenos a la región”, señala el informe.
También continúa siendo grave la tala en el Parque Nacional Tinigua en donde se concentra cerca del 55 % de este fenómeno (ver infografía). Advierte el Ideam que la conversión a gran escala de bosques en pastizales, con fines de acaparamiento de tierras y expansión de la ganadería en dicha área protegida “está dinamizada por quemas que derivan en incendios y en el crecimiento de la infraestructura vial informal”.
Es de anotar que esto se da también a la temporada seca que se vive a finales de cada año. Es por esta razón, que si se revisa la alerta del Ideam de octubre-diciembre de 2018 se advierte que para esos meses la concentración de deforestación era del 75 %.
Frente a los otros factores que señala el Ideam como las causas de este fenómeno está el orden público. Es importante anotar que en la zona están los frentes primero, séptimo, 40 y 62 de las disidencias de las Farc comandadas por “Gentil Duarte”, “Iván Mordisco” y “Calarcá”. El analista del conflicto armado, Juan Carlos Ortega, asevera que parte de la deforestación llegó de la mano de la liberación de los bosques ocupados antes por el grupo guerrillero. “Esto abrió la puerta a proyectos energéticos y otros más apoyados en el extractivismo que salen, incluso, de iniciativas estatales. En muchas de esas zonas es más rentable tumbar árboles para vender su madera, sacar oro o hacer quemas para la expansión de la ganadería, que trabajar con coca”.
Sin embargo, agrega Ortega, no se puede desconocer que aumentar los cultivos de hoja de coca para el negocio del narcotráfico es otro de los fenómenos que ha llevado a la deforestación: uno para establecer los laboratorios y lo otro para hacer carreteras clandestinas para sacar esa droga, y eso lo hacen los grandes carteles que llegaron a ocupar espacios en los que antes estaban las Farc con su control ambiental mediado por las armas.
El ministro de Ambiente, Ricardo Lozano, indicó “históricamente, los meses más secos del año como noviembre y diciembre, así como enero, febrero y marzo, se incrementa la cifra de deforestación por obvias razones relacionadas con la vulnerabilidad de nuestros bosques a las condiciones secas, de las que se aprovechan las manos criminales para provocar incendios o quemas como una manera de apropiarse de estas tierras”.
Agregó que para la segunda temporada seca, “es importante recordar que, entre los meses de junio a septiembre, debemos incrementar dichos esfuerzos de control, especialmente, en la Amazonia”.
El ministro responde
Ricardo Lozano, ministro de Ambiente, responde qué se está haciendo para enfrentar la deforestación en la Amazonia y explicá cómo se han incrementado estas cifras.
Este es su texto enviado a EL COLOMBIANO:
“El consolidado de estos boletines trimestrales del 2019, nos permite mostrar una tendencia de reducción anual de la deforestación comparada con otros años. En la región amazónica, por ejemplo, el boletín en mención, muestra que la deforestación del cuarto trimestre del 2019, en departamentos como el Guaviare, Caquetá y Meta se redujo en cerca del 50% a la detectada para el mismo periodo del año anterior.
Para el departamento del Caquetá se identificó una reducción de al menos el 60% en la deforestación comparado con el mismo trimestre del año 2018. Para Guaviare la reducción fue de cerca del 12%, y Meta la reducción para el mismo periodo fue de cerca del 15%. Este resultado hace parte del esfuerzo integral del Gobierno a través del Conaldef, que promueve políticas y acciones de legalidad y emprendimiento para controlar la deforestación.
El buen resultado del potencial de reducción de la deforestación del año 2019 no es para que bajemos la guardia, sino, por el contrario, para redoblar las acciones que el gobierno nacional viene implementado en la lucha integral contra la deforestación y otros crímenes ambientales. Para este propósito, y como todos los años, el Ministerio de Ambiente e Ideam publicarán próximamente, las cifras oficiales de monitoreo de la deforestación en el año anterior.
Vale la pena recordar que históricamente, los meses más secos del año como noviembre y diciembre, así como enero, febrero y marzo, se incrementa la cifra de deforestación por obvias razones relacionadas con la vulnerabilidad de nuestros bosques a las condiciones secas, de las que se aprovechan las manos criminales para provocar incendios o quemas como una manera de apropiarse de estas tierras. Para la segunda temporada seca del año, es muy importante recordar que, entre los meses de junio a septiembre, debemos incrementar dichos esfuerzos de control, especialmente, en la Amazonia.
Es un compromiso de todos. Seguimos comprometidos en la lucha contra los crímenes ambientales, pues perder nuestro patrimonio más valioso como lo es el natural, es poner en riesgo la vida de toda una generación de colombianos”.
Soy periodista y magíster en Humanidades. Me gusta el periodismo que se hace caminando. El Chocó, la infraestructura y el vallenato son mi ruta.