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Las ventas de banano y plátano colombiano a los mercados extranjeros el año anterior superaron los US$1.017 millones, observando un aumento de 2,72% frente a los US$990,3 millones reportados por el Dane en 2020.
Pero, ese desempeño positivo no tiene tranquilos a los productores de la fruta, quienes por estos días intentan sumar apoyos en Europa para que los compradores internacionales les reconozcan los mayores costos en los que están incurriendo, por cuenta de las alzas en los insumos agrícolas como fertilizantes, la adopción de controles para evitar las plagas y el transporte marítimo.
“Estamos atravesando una crisis como sector debido al alza de los costos de los insumos para los procesos de producción y exportación de banano. Esto se suma a otros factores que generó la pandemia”, expresó desde Bruselas, Bélgica, el presidente de la Asociación de Bananeros de Colombia (Augura), Émerson Aguirre Medina.
En ese contexto, ¿se puede afirmar que los productores de banano están trabajando a pérdida? “Desde la agroindustria estamos trabajando permanentemente en procura de sostener la producción, atender los compromisos comerciales alrededor del mundo y conservar los empleos de 150.000 familias colombianas”, respondió el dirigente (ver ¿Cómo funciona?).
Según un análisis de la GIZ (Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional), producir una caja de banano en el país cuesta alrededor de US$7,80. Sin embargo, este precio que se tiene como referencia, no tiene en cuenta los efectos pospandemia, como los incrementos que se han dado en la compra de insumos y transporte marítimo.
El precio de la fruta colombiana observó un promedio de US$8,75 por caja de 20 kilos el año anterior; en 2020 fue de US$8,15, inferior al año 2019 cuando estuvo en US$8,54 por caja.
Y es que a juicio de los empresarios bananeros lo que no quieren ver los compradores europeos es que los insumos para la producción y exportación de la fruta han tenido fluctuaciones que se reflejan en el aumento del 40% del papel requerido para elaborar las cajas de cartón necesarias para empacar la fruta.
Igualmente, en el incremento del 60% de las resinas para la elaboración de plásticos; y el más importante, en los fertilizantes, pues hace un año y medio 50 kilos tenían un costo de $50.000 y hoy esta misma cantidad tiene un valor de $180.000, lo que representa más de tres veces el precio inicial.
A su turno, José Francisco Zúñiga, presidente de la Asociación de Bananeros del Magdalena y La Guajira (Asbama), sostuvo que la clave estará en sensibilizar a los miembros del Parlamento Europeo con la situación que atraviesan los cultivadores del país.
“Somos un sector que genera más de 50.000 empleos dignos en Colombia, que realiza una labor social de impacto en las comunidades de influencia y que cumple con todos los estándares de producción y calidad exigidos por la Unión Europea”, declaró.
Otro interrogante que surge es: ¿se está dejando de cultivar banano o cerrando plantaciones? Los gremios insistieron en que pequeños, medianos y grandes productores se están esforzando en sostener la producción, el empleo, el compromiso medioambiental y social.
Y es que además de pedir que se reconozcan los mayores costos de producción, las agremiaciones promueven entre sus afiliados la realización de estudios de eficiencia de suelos, con el ánimo de optimizar el uso de los fertilizantes por el incremento de dichos costos, e invitan al Gobierno a ofrecer líneas de crédito suficientes, oportunas y que tengan tasas de fomento para el beneficio de los productores.
A lo anterior se agregó que las preocupaciones de los bananeros colombianos son similares entre sus pares latinoamericanos, pues desde comienzos de este año Augura y Asbama han trabajado de manera articulada para afrontar las problemáticas del sector, que inquietan a bananeros de Ecuador, Guatemala, Costa Rica, Honduras y Panamá.
“Trabajamos con los diferentes actores latinoamericanos de la cadena del banano, para encontrar medidas que nos permitan equilibrar las cargas y salvaguardar la producción de la fruta, que se pague un precio justo por nuestra fruta, además de la subsistencia de las más de 800.000 familias que dependen de la agroindustria en América Latina”, comentó el presidente de Augura.
Otra inquietud para los bananeros tiene que ver con la contención de la plaga del Fusarium Raza 4 Tropical, detectada en La Guajira, y evitar su propagación.
La inversión en este frente para la vigencia de este 2022 asciende a más de $3.570 millones, e incluye actividades de bioseguridad fitosanitaria, vigilancia, capacitación, análisis y diagnóstico de este mal, que puede ser devastador