Si usted es un empresario o un emprendedor en búsqueda de apalancar sus proyectos, esta página puede interesarle. EL COLOMBIANO habló con los que saben y tienen experiencia en invertir y en levantar capital en el sector no tradicional, es decir, en los mercados de capitales, no en la banca.
El mercado se encarga de conectar a quienes desean obtener rentas con quienes necesitan esos recursos para poner a andar sus planes. Lina Parra, directora de A2censo, plataforma de financiamiento colaborativo de la Bolsa de Valores de Colombia (bvc), explicó que existen inversionistas para toda clase de negocio y no es cierto que únicamente haya interés en propuestas tecnológicas, como puede creerse.
Allí, tal como lo resaltó, el empresario “tiene la posibilidad de exhibir su proyecto en una vitrina digital en la que es él quien tiene la voz y puede contar su historia”.
“Hemos tenido empresas súper tradicionales y hemos tenido empresas disruptivas. Para nosotros también es muy importante esa diversidad de empresarios porque permite ofrecerles a nuestros inversionistas un portafolio de compañías diversas”, agregó.
Claves para cautivarlos
Diana Granda, inversionista profesional, coincidió en que existen interesados en colocar dinero tanto en proyectos que estén en la fase de ideas como en las compañías que ya están constituidas.
En el caso de los primeros, apuntó que existen inversionistas casi con espíritu “filántropo”, sin embargo –según subrayó– “es necesario tener la idea muy bien estructurada y tener muy claro en qué consiste el emprendimiento. Es decir, a quién le vas a llegar, cómo le vas a llegar, cómo vas a monetizar y cómo habrá rentabilidad”.
En cuanto a los empresarios, Granda recomienda una presentación clara sobre su propuesta y remarcó que el interés se despierta cuando se ofrece una solución a un problema o a una necesidad real, “la rentabilidad es importante, pero no es lo primero en que me fijo”.
Allí ejemplificó con la iniciativa de unos emprendedores en el Valle del Cauca, quienes postularon una propuesta para llevar Internet a zonas alejadas, en donde se concentra la brecha digital. “Esa es una solución real”, añadió.
Más claves
Felipe Restrepo, también inversionista profesional, hizo hincapié en “los negocios con sentido” y reforzó la idea de presentar un producto o servicio que puede corregir un problema o mejorar lo que ya funciona bien. “Una regla de oro: si me pides dinero, te doy un consejo, si me pides un consejo, te doy dinero”, comentó.
Lo anterior, según sus palabras, hace alusión a quienes solicitan capital, pero al profundizar en su producto carece de elementos claves en torno a aspectos financieros y operativos. De otro lado, “cuando alguien llega a preguntar, por ejemplo, cómo puede llegar a determinado mercado y explica bien por qué quiere llegar allí, usted automáticamente responde: ¿puedo poner dinero?”, dijo.
En este orden de ideas, expuso que quienes están en etapas tempranas de sus emprendimientos pueden apoyarse en los programas gubernamentales para madurar su idea y luego materializarla.
“Puede sonar cliché –afirmó Restrepo–, pero lo último que se necesita es la plata. Lo peor que se puede hacer en un inicio es recibirle plata a alguien, porque quien entrega dinero en etapas muy tempranas, lo más seguro, es que no sabe en qué está invirtiendo y si el proyecto fracasa el emprendedor terminará más endeudado”.
Además, al momento de presentarse ante el inversionista, sugirió “no esconder la competencia”. Esto, a su juicio, solo puede indicar dos cosas: primero, que el emprendedor desconoce por completo su segmento de mercado. O lo segundo, “si nadie más ofrece un producto igual en el planeta, significa que no hay mercado para eso”.
Voz de un emprendedor
Jacobo Urrego, CEO de Asadores el Barril, logró levantar capital por parte de inversionistas y, en su caso, tardó cerca de cuatro años diseñando y validando su producto antes de sacarlo al mercado.
“Yo creo que un inversionista también se fija en el equipo de trabajo, pues son las personas que se encargarán de hacer todas las tareas y de llevar a cabo el proyecto”, le recomendó a quienes están en una fase temprana de un proyecto.
Desde su experiencia, “el recurso llega si tenemos claro para dónde vamos. Si no cuentas con el capital semilla, actúa como si ya lo tuvieras y busca la cotización de las materias primas. Con cifras claras es más fácil encontrar apalancamiento o un inversionista”.
Así mismo, recomendó contagiar al cliente del sueño y señalarle que con su compra ayuda a un emprendedor