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Se trata de uno de “hijos mayores” del Grupo Nutresa que lidera el mercado del grano en el país. Su presidente habló de proyectos y de la coyuntura del sector con EL COLOMBIANO.
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Miguel Moreno Múnera, presidente de la Industria Colombiana de Café, Colcafé.
FOTO donaldo zuluaga
07 de junio de 2015
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El pasado lunes, primero de junio, se cumplieron los 65 años de la creación de la Industria Colombiana de Café (Colcafé), que se dedicaba entonces a la producción de café tostado y molido de la marca Sello Rojo.
La celebración de las bodas de platino le correspondió encabezarla a Miguel Moreno Múnera, presidente de la empresa desde hace un año, quien calificó como injusto tener semejante honor gracias a la labor emprendida hace trece lustros por visionarios empresarios antioqueños de la mitad del siglo XX.
Hoy, Colcafé lidera el Negocio de Cafés del Grupo Nutresa, produce y comercializa grano tostado y molido, soluble (en polvo, granulado y liofilizado), extractos y mezclas de café, portafolio con el que llega a 50 países.
Con un norte bien definido, esta empresa busca duplicar en el año 2020 las ventas que por 789 mil millones de pesos obtuvo en 2013, es decir llegar a 1,58 billones de pesos. En diálogo exclusivo con EL COLOMBIANO, Moreno contó la estrategia para lograr esa meta y entregó algunas consideraciones del sector cafetero.
¿Cuál es la reflexión de esta efeméride?
“Es un gran honor, aunque un poco injusto que me toque a mí llevando apenas un año al frente de la empresa, pero la verdad el crédito es para las personas que hace 65 años, en un país más difícil, cerrado, y sin la tecnología, se volvieron emprendedores capaces de construir empresas y de creer. Además, de hacer empresas con bases éticas de respeto por el trabajador que hoy en día siguen vigentes. Tenemos que valorar esa historia y a esos antepasados que nos tienen donde hoy estamos, pero con la suficiente inteligencia para entender el mercado y la realidad, para seguir viviendo por mucho más tiempo”.
¿Cómo fue el festejo?
“Con los colaboradores a quienes les ofrecimos una charla con Nelson Cardona, el primer discapacitado que llegó al Everest, quien nos dejó un gran mensaje: lo que sigue es un Everest, no podemos decir que porque hemos sido exitosos tras 65 años, el éxito está asegurado. Tenemos que reinventarnos, ser rápidos y trabajar eficientemente para seguir creciendo”.
Y, ¿cuáles son esos retos?
“Los retos están en línea con los objetivos estratégicos de Nutresa, queremos crecer rentablemente y el Grupo tiene una mega (meta grande y ambiciosa) que es duplicar en 2020 las ventas del 2013 y llegar a 11,6 billones de pesos, así que debemos hacer lo mismo pasar de 789 mil millones de pesos en 2013 a 1,5 billones de pesos en 2020, y eso conecta con otros objetivos que están en línea con la internacionalización, la innovación, el desarrollo de nuestra gente, la satisfacción de nuestros clientes y consumidores”.
Desagreguemos algunos de esos objetivos, innovación...
“Aquí lo que es un hecho es que tenemos un departamento de investigación y desarrollo enfocado a producto y procesos, tenemos un área de innovación que trasciende el producto y la innovación dicha, como Nutresa la concibe, es un objetivo envolvente y en todo lo que hacemos a diario debemos estar pensando en innovación”.
Internacionalización...
“En esto no es necesario pensar en llegar a más países, lo que tenemos que hacer es buscar ser diferentes, uno puede actuar con commodities y precio o con diferenciación y valor agregado y en esto último está nuestro objetivo: ir a ofrecer propuestas integrales diferenciadas y sostenibles, pues somos una empresa con los mejores estándares de calidad, la mejor tecnología, la gente más capacitada para realizar el trabajo”.
Sostenibilidad...
“Hacemos grandes esfuerzos en sostenibilidad y trascendemos lo ambiental, lo económico y lo social. Para resaltar tenemos el empleo para discapacitados, tenemos unas 30 personas trabajando para nosotros, eso comenzó hace algún tiempo y es un referente nacional. Además, hace poco participamos en la construcción de una central de beneficio en asocio con la Cooperativa de Caficultores de Andes, que servirá para fortalecer la capacidad de los productores en esa zona”.
El respaldo a esa central, ¿es para competir con algo que tiene desarrollado Nespresso en esa zona?
“No. Esa es una donación y solo una manera de ayudarle a la cadena productora del grano. Lo que ellos hicieron es una buena alternativa y vemos con buenos ojos que más empresas tengan ese tipo de vinculaciones”.
Como puntal de una de las principales líneas de negocio de Nutresa, ¿cuál es el panorama?
“El negocio de café del Grupo Nutresa tiene el liderazgo como el mayor comprador de café verde en Colombia, tiene las principales marcas en grano tostado y molido, así como los mayores volúmenes en café instantáneo y marcas referentes como Sello Rojo, La Bastilla, Colcafé y Matiz. Somos la compañía más internacional de Nutresa desde Colombia, porque somos la que más exportamos desde acá, es decir hay otros negocios del Grupo que venden más afuera por tener operaciones en el exterior, pero como exportación desde Colombia somos la más grande y somos un referente mundial por la innovación y el valor que le damos al café colombiano”.
¿Se encarga Colcafé de la operación que existe en Asia?
“Allá tenemos dos operaciones: una con Oriental Coffe Alliance que es una alianza estratégica con Mitsubishi Corporation y eso básicamente es una oficina comercial tanto para apoyar las plataformas de Nutresa y buscar negocios en Asia como para buscar algún abastecimiento hacia Colombia; la segunda es una fábrica de café soluble industrial, Dan Kaffe, con la que atendemos ese mercado y allí somos socios de Mitsubishi Corporation y Takasago International Corporation. El café que se produce allá es de Indonesia o Vietnam”.
¿Sería replicable esta operación en otra parte del mundo?
“La expansión del grupo está definida en una región estratégica y nuestro crecimiento seguirá siendo en esa región”.
Un tema obligado: la institucionalidad cafetera...
“Queremos que a toda la cadena le vaya bien, desde el caficultor, al trillador, al torrefactor. Mantenemos un vínculo directo con trilladores y los exportadores que son quienes nos suministran el café y estamos atentos a todo lo que pasa. Creemos en la caficultura, tratamos de apoyarla, compramos mucho grano a precio justo y trabajamos porque la actividad perdure desde la propuesta que hacemos de tener las marcas líderes y ofrecer el producto en el mundo”.
Pero, ¿cree que el modelo cafetero colombiano es apropiado?
“No soy quién para decir si eso es lo apropiado o no. El café le ha dado mucho a este país y le ha dado una posición relevante, millones han tenido empleo gracias a la actividad, pero como cualquier industria tiene oportunidades. Valoro lo que la institucionalidad cafetera ha logrado y diría que las oportunidades hacia adelante tienen realidades económicas distintas”.
Hay voces pidiendo que se acabe la institucionalidad, ¿qué dice?
“Cualquier empresa y hasta nosotros mismos estamos constantemente repensándonos. Debemos estar abiertos a salirnos de las tradiciones y a valorar muchas de ellas, cualquier empresa debe estar abierta a recomendaciones y opciones de mejoramiento, sin decir que las cosas se están haciendo mal, solo que estamos en un mundo cambiante y dinámico y se deben escuchar recomendaciones y observaciones”.
Críticos de la Federación la señalan como una piedra en el zapato, por ser juez y parte en el negocio cafetero, para Colcafé ¿es así?
“Prefiero no responder, solo decir que le damos gran valor a lo que la Federación ha hecho en distintos frentes, y como cualquier organización tiene oportunidades de mejoramiento, creemos que lo lógico es estar abierto a las recomendaciones de manera amigable y conversando”.
También levanta ampolla la propuesta de sembrar café robusta, ¿cuál es la opinión de Colcafé?
“Hay temas que son sensibles. Colombia tiene un posicionamiento por la región, la altura y la topografía. La opción de robustas podría considerarse a futuro, el país debe estar abierto para evaluar alternativas, de ser diferentes, de crecer y acomodarnos a lo que el mundo está pidiendo, es una responsabilidad de cualquier industria”.
¿Cómo afronta la compañía la fuerza con la que están llegando otras bebidas al mercado?
“Vivimos en un ambiente competido con bebidas como el te, diferentes presentaciones de aguas y otras, pero nuestra ventaja es la innovación, disponer de marcas líderes, y de disponer de distribución profunda, eso es lo que nos mantiene vigentes”.
Y, ¿cómo observa a la competencia que tiene grandes jugadores internacionales?
“Es lo mismo, obviamente el consumidor va teniendo más alternativas y ahí tenemos que ser muy efectivos en darle valor agregado a nuestros productos. Tenemos marcas de muchos años, que la gente las tiene en el corazón y ese poder de marca es un gran valor, pero la marca deber estar disponible, tener precio competitivo y dar noticias en frentes como la sostenibilidad o el clima laboral, en pocas palabras una propuesta integral”.
¿Cómo describiría el hilo conductor entre el caficultor en su parcela y el presidente de la empresa líder del mercado?
“Creo que todos nos necesitamos, este es un país con más de 560 mil familias productoras del grano y esas personas cultivan y venden, después de un proceso el grano va a las trilladoras que son nuestros proveedores. Es una cadena y todos necesitamos insistir y persistir”.
¿Cuántos pocillos de café se toma al día?
“(Risas). Depende del afán de cada día, en general cinco o seis pocillos. Lo tomo sin azúcar”.
Pero, ¿el café le quita el sueño?
“No. Algunas veces me quita el sueño el estrés del trabajo”.
¿Ha estado en un cafetal cogiendo café?
“(Más risas) No. Tal vez en alguna ocasión cogí dos o tres granos”.
1.673
empleos, entre directos
e indirectos, genera el
Negocio de Café de Nutresa.
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