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Las variables que preocupan en el sector constructor

El alto desempleo y su impacto sobre la demanda, así como la lenta recuperación son algunos de los factores en cuestión.

  • El sector constructor ha sido uno de los más rápidos en reactivarse pero aún ve factores de incertidumbre. FOTO Juan Antonio Sánchez
    El sector constructor ha sido uno de los más rápidos en reactivarse pero aún ve factores de incertidumbre. FOTO Juan Antonio Sánchez

La Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) adelantó la segunda jornada de su Congreso Virtual en la que el foco estuvo en las variables macroeconómicas de las que dependen tanto ese, como los demás sectores productivos para reactivarse.

En ese sentido, Sandra Forero, presidenta del gremio, exaltó que si bien la recuperación allí ha sido rápida, aún hay preocupaciones en torno a la alta tasa de desempleo, que en julio cerró en 20,2 %, y sobre las previsiones de que la reactivación total será solo hasta finales del próximo año. “Para nuestra industria podría haber una reducción del 25 % de la demanda efectiva (en promedio)” indicó.

Partiendo de esta base, uno de los panelistas en la jornada de ayer, Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, anotó que la construcción debe ser un pilar fundamental para regenerar la economía teniendo en cuenta que posee un alto encadenamiento con otros renglones como industria y servicios “y es un gran jalonador de empleo”.

El directivo reiteró que desde el tanque de pensamiento se espera una caída del Producto Interno Bruto (PIB) nacional entre -5 % y -7,9 %. Dependiendo de la necesidad de nuevas cuarentenas por potenciales rebrotes que, de no darse, viabilizarían que el país alcance ese -5 %.

No obstante, dijo Mejía, aunque todo apunta a que se dé una recuperación en la recta final de 2021, son necesarias reformas sustanciales si Colombia quiere crecer a una tasa mayor al 3 % en el mediano plazo, y esas reestructuraciones deberán tener como objetivo central reconstruir el mercado laboral.

Golpe a la demanda

Similar postura manifestó Mauricio Santamaría, presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), quien exaltó que a pesar de que la demanda en el sector constructor se ha venido dinamizando (en agosto se vendieron 16.800 viviendas, tres veces más que en abril según Camacol), hubo un golpe considerable en el bolsillo de los consumidores en el lapso de marzo a julio.

“En ese período los hogares colombianos perdieron ingresos por 21,6 billones de pesos. Para dimensionar esta cantidad, por ejemplo la nómina de un mes del sector privado en el territorio nacional equivale a entre 23 y 24 billones”, explicó el ejecutivo.

Y añadió que aunque en los últimos cinco años el mercado laboral reportaba en promedio a 22 millones de colombianos ocupados, con la pandemia esa cifra disminuyó a niveles de 2008 y 2009, cuando la población era menor y había unos 18 millones de trabajadores.

Mejía, de Fedesarrollo, apuntó que es precisamente esta afectación sobre el trabajo los ingresos la que ha hecho que la confianza del consumidor haya registrado una fuerte contracción en los meses de emergencia, y por consiguiente se refleje en una menor demanda.

Además, el directivo realizó dos propuestas de cara al futuro: que el sector constructor se concentre en pequeñas obras de infraestructura que jalonen la economía y el empleo interno, y que el Gobierno complemente el Programa de Apoyo al Empleo Formal (Paef) con un proyecto de incentivos para la creación de empleo en el que se subsidie hasta 16,5 % de los costos de contratación formal (ver Informe).

Por lo pronto, comentó Sandra Forero, el trabajo articulado debe basarse en evitar nuevos rebrotes del virus a partir del cuidado personal para que los mandatarios no vuelvan a las medidas de confinamientos generales que le restan ritmo de nuevo a la economía.

$21,6
billones de ingresos perdieron los hogares colombianos de marzo a julio: Anif.
Diego Andrés Vargas Riaño

En mis bolsillos hay una grabadora y unos audífonos; en mi mente, amor por el periodismo.

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