El crecimiento sostenido tiene en cuenta muchas variables, y entre esas, la social se destaca como una de las más importantes. Políticas económicas que vayan en pro de mejorar las condiciones de trabajo, o dar vías de emprendimiento, pero también invertir en gastos como la educación más allá de la básica es fundamental, ese es el postulado de la Comisión Económica para América Latina (Cepal).
De ahí que el organismo multilateral identificara estos nudos que están generando que el crecimiento económico de la región no se dé de manera equitativa y con perspectiva social.
La persistencia de la pobreza, desigualdades estructurales, brechas de desarrollo, déficit de trabajos decentes, la institucionalidad social aún en construcción, falta de inversión social y “emergentes urgentes” (como el cambio climático, violencia, además de los cambios tecnológicos) son las trabas.
Dice Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, que esos nudos no pueden entenderse como problemas a solucionar de manera aislada, y que por el contrario urge que exista una directriz que entienda cómo resolver las deficiencias de manera conjunta.
“Se destaca que estos nudos están interrelacionados y, por lo tanto, es necesario actuar de manera conjunta y priorizar la acción en estos ámbitos. Una agenda regional de desarrollo social inclusivo deberá atenderlos de manera prioritaria, como vía para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la región”, puntualiza Bárcena.
Una de esas políticas transversales gira en torno a mejorar las condiciones económicas con el aumento de la masa de trabajadores productivos, eso incluye: trabajadores informales, las mujeres en situación de pobreza, las poblaciones rurales, los pueblos indígenas y las poblaciones afrodescendientes.