Uno de los pendientes más importantes que tiene cualquier sociedad es contar con personas únicas, que respondan rápidamente a los cambios locales, pero que aprendan a sumarse con otros, desde el mejor talento y así producir de manera conjunta.
Esta es la premisa que trae a Medellín Venu Dhupa, británica de origen keniata, experta en arte y cultura, conocedora de la industria creativa global, quien estará mañana y el jueves como una de las conferencistas principales del Congreso Internacional Otro Mundo, que realiza la Colegiatura de Diseño, en Plaza Mayor.
Dhupa dialogó en exclusiva con EL COLOMBIANO. Reconoció avances de la transformación social de Medellín, pero manifestó que aún debe reunir el mejor talento colectivo local. “Solo es posible trabajar en equipo, sumando talento para resolver retos sociales, luego se puede pensar en llevar estas soluciones a otras partes del mundo”, comentó.
Su visión innovadora sobre cultura, liderazgo, diversidad e industria creativa, como motores de cambio social, le dan el aval para recoger experiencias de trabajo en Europa y África. Sin embargo, enfatiza que hay que conocerse primero a uno mismo y, por esa vía, complementarse los otros. “Así es que la gerencia del talento humano logra unir cualidades”, asegura.
En ese empeño, sobresalen aspectos como la innovación social, que considera un motor para la transformación de una comunidad. “Trabajar en red hace que cada talento requiera de un aliado, así puede ser más creativo. De ahí la importancia de contar con un líder capaz de desarrollar habilidades en equipo, que inspire e incluya a los diferentes estratos socioeconómicos, desde los más ricos hasta los más pobres (intercultura). No se puede excluir”, manifestó Dhupa.
Para la experta, esta premisa es lo que exige la globalización, que incorpore a todas las personas y no a un segmento específico de la sociedad. No obstante, “hay barreras mentales que impiden el trabajo colectivo desde el mismo imaginario de las personas. Sumar talento derriba esos bloqueos para generar profundos cambios en una ciudad o un país”.
Esta forma de trabajo permite que haya interés por la investigación, se creen herramientas inclusivas y se genere un mayor impacto cultural.
Este modelo es lo que ella llama “innovación social” y lo asocia al reto nacional del posconflicto colombiano . “Además de alinear diferentes estratos, se necesitan más trabajos inclusivos, una arquitectura adecuada de programas de desarrollo y un gobierno transparente, que genere estabilidad de largo plazo. Son insumos básicos”.
