Dice el gerente de EPM, Álvaro Guillermo Rendón, que quedarse en la subasta con Caribe Mar, que dio el nacimiento a Afinia, es una fiesta por los 1,5 millones de clientes que se verán beneficiados con este cambio de Electricaribe: “Este no es un negocio contra un ingreso esperado, es la respuesta de una institución pública y su mejor balance no lo radica en los números, sino en la satisfacción”.
Esta promesa de un mejor y continuo servicio de energía —en Bolívar, Sucre, Córdoba, Cesar, y 11 municipios del Magdalena— tiene planilladas unas inversiones por, como mínimo, 8 billones de pesos en una década y al menos 4 billones en cinco años, según EPM.
Así, la gerente de Afinia, Blanca Liliana Ruiz Arroyave, le dijo EL COLOMBIANO que los recursos saldrán principalmente de tres fuentes: “La capitalización inicial de 314.000 millones de pesos que realizó Grupo EPM en el marco de la transacción (la creación de Afinia), el capital de trabajo que nos entregan en el cierre de Electricaribe y la generación propia de fondos”.
Vale recordar que los resultados financieros del Grupo muestran una fuerte caída en las utilidades de 1,4 billones a 724.449 millones de pesos en el primer semestre frente a 2019, mientras sus ingresos crecieron de 8,7 billones de pesos a 9,3 billones de pesos.
De todas maneras, Ruiz Arroyave precisó que “estas inversiones no se realizan de manera simultánea; son compromisos anuales entre 700.000 millones de pesos y un billón de pesos”, aunque se prevé que el primer año la expectativa esté pegada al límite inferior. No se descarta el endeudamiento.
Para Fitch Ratings, la propiedad de Caribe Mar “se considera positiva para el negocio y neutral desde el crédito”. Esta percepción, publicada el 13 de agosto de este año, tiene como premisas que a 2024 el compromiso de inversión es de hasta 1.000 millones de dólares —3,7 billones de pesos (con una Tasa Representativa del Mercado promedio en 3.700 pesos)—, para reducir las pérdidas de energía, obtener mejoras de calidad y de recaudo, y prevé que la compañía no tiene deudas financieras y el Gobierno asume el pasivo pensional.
Por ahora, los retos son muchos, dijo Clara Pardo, experta en el sector minero-energético de la Universidad del Rosario, “desde la calidad y seguridad del servicio hasta la gestión de las tarifas disminuyendo la pobreza energética”.