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La mala hora de las remesas en Colombia y el mundo
El Banco Mundial prevé que estas divisas caerán 20% este año en el mundo. En el país, lo harían hasta en 45 %. Conozca detalles.
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El Banco Mundial prevé que estas divisas caerán 20% este año en el mundo. En el país, lo harían hasta en 45 %. Conozca detalles. Foto: Colprensa.
11 de mayo de 2020
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14,7 %
fue la tasa de desempleo
en Estados Unidos durante abril pasado.
en Estados Unidos durante abril pasado.
45 %
caerían las remesas en Colombia este año, según proyecta Asobancaria.
6,68 %
creció la llegada de remesas a Colombia durante el 2019: Banrepública.
Las remesas son los dineros que personas en el exterior les envían a otros, normalmente a sus familiares, en su país de origen. Ese es el caso de Ignacio Franco, quien casi que mensualmente recibe entre 200 y 300 dólares, que le envía una pariente en Estados Unidos para que él cubra algunas de sus obligaciones como servicios, alimentación o simplemente los guarde como provisión.
Y así, como la plata que recibe Ignacio, de divisa en divisa del extranjero, el año pasado llegaron a Colombia 6.743,7 millones de dólares en remesas, lo que representó un incremento de 6,68 % frente a los 6.321,3 millones que arribaron en el 2018, de acuerdo con el Banco de la República (ver Paréntesis).
Teniendo en cuenta esa cifra y un dólar a 3.269 pesos, los cálculos de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria) arrojaron un dato contundente: esos dineros que llegaron al país fueron equivalentes a unos 22 billones de pesos, lo que según el equipo de Investigaciones Económicas de Bancolombia equivale al 2% del Producto Interno Bruto nacional.
Problemas a la vista
Y pese a que el panorama pintaba favorable este año con una tasa de cambio que incluso llegó a 3.400 pesos en enero según la Superfinanciera, la emergencia por cuenta de la pandemia cambió los planes en Colombia y el mundo. Así, el Banco Mundial (BM) lanzó un mensaje que lo dice todo: el 2020 vendría con la mayor caída de remesas de la historia reciente.
“Se prevé que en 2020 las remesas caerán marcadamente, cerca de un 20 % en todo el mundo, como consecuencia de la crisis económica inducida por la pandemia de Covid-19 y el confinamiento”, explicó la organización.
Y añadió que esto será resultado, en gran parte, del “desplome de los salarios y el empleo de los trabajadores migrantes, que suelen ser más vulnerables a la pérdida de puestos de trabajo y de remuneración durante las crisis económicas de los países que los albergan” (ver Claves).
Incluso, el propio Ignacio, citado al inicio de este texto, asegura que su familiar en Estados Unidos, quien labora como mesero en un restaurante, conserva de momento su empleo. pero que será difícil que envíe dinero en el corto plazo pues la baja demanda en el sector que trabaja ha puesto “dura” la situación.
Y es que, el viernes pasado, por ejemplo, la primera potencia mundial reveló que en abril, 20,5 millones de personas quedaron sin trabajo, lo que representó una tasa de desocupación de 14,7 %, y fue calificado por los mercados como una “destrucción del empleo”, pues es el porcentaje más alto desde la Gran Depresión de 1929.
Para Asobancaria, teniendo en cuenta que de los cerca de 5 millones de colombianos que viven en el exterior un 50 % reside entre Estados Unidos y España, las remesas caerían entre 30 % y 45 % este año en Colombia, por la “debilidad económica esperada en esos países”.
En este mismo sentido, Julián Cárdenas, analista económico de Protección, explica que el impacto será fuerte teniendo en cuenta que “en España la recesión va a ser compleja y en Estados Unidos el desempleo para los hispanos está en 18,9 %, adicional a que las vacantes que suelen ocupar los colombianos en el extranjero están en restaurantes y turismo, principalmente, sectores que se han visto muy golpeados”.
Por su parte, Pavel Vidal, docente de Economía de la Universidad Javeriana Cali, apunta que la importancia de las remesas es que son flujos de dinero estables en comparación con divisas que ingresan al país como las de las exportaciones, y esto las convierte en claves para atender tiempos de emergencia y aliviar la pobreza.
Pero, en línea con lo expuesto por Asobancaria, explica que el hecho de que los migrantes se encuentren en la escala más vulnerables y que no tengan ahorros o acceso al crédito, en muchos casos, daría la razón a una caída de más de 20 % este año por concepto de giros desde el exterior en las arcas nacionales.
En este sentido, Cárdenas ejemplifica que buena parte de esos giros suelen llegar a zonas como el Valle del Cauca el Eje Cafetero, o Antioquia, (donde el año pasado ascendieron a 1159.2 millones de dólares) y sirven para aliviar las cargas económicas de algunas familias vulnerables.
¿Hay salvavidas?
Como se observa, estos flujos de dinero son tan importantes que parece que no tendrán reemplazo. Así lo analiza Ramiro Sugranes, analista senior de la consultora DuckerFrontier, quien asegura que “desafortunadamente, no hay una manera fácil de compensar la caída histórica de las remesas”.
“Lo que ha hecho recientemente el gobierno de Iván Duque es llegar a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para renovar la Línea de Crédito Flexible (LCF) que tiene con la institución, con recursos que llegan a 10.800 millones de dólares para enfrentar los choques externos. Seguramente el Gobierno usará estos recursos ya que la respuesta económica para enfrentar el coronavirus ha sido tímida en comparación con otros países de la región”, opina Sugranes.
Y es que esta pérdida irreparable se observa en las propias previsiones del BM, que analiza que las remesas que se envían a los países de ingreso bajo y mediano caerán un 19,7 % hasta llegar a los 445.000 millones de dólares, “lo que representa la pérdida de un flujo de financiamiento vital para muchos hogares”.
“Las remesas son una fuente de ingresos vital para los países en desarrollo. La recesión económica actual provocada por el Covid-19 está afectando gravemente la capacidad de enviar dinero a los hogares de origen y por eso es aún más urgente que acortemos el tiempo que llevará la recuperación para las economías avanzadas”, expresó David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial.
Toda esta coyuntura ya está en el radar del Banco de la República, que en su más reciente Informe de Política Monetaria correspondiente a abril, pronostica que la caída de las remesas, sumado a los bajos precios del petróleo –que se han ubicado, incluso, por debajo de los 20 dólares por barril– conllevarán a “una reducción significativa del ingreso nacional y un deterioro importante de las finanzas públicas”.
El Emisor advierte que para países emergentes como Colombia otros riesgos son “las mayores tasas de interés para la deuda externa y la reducción en los flujos de capitales”, pese a la amplia liquidez global.
El lado optimista
Pero, si de alguna forma se puede ver el lado optimista de esta situación, hay que destacar que Asobancaria plantea que con la caída de las remesas en Colombia la población inactiva podría reducirse entre 588.000 y 881.000 personas.
¿Cómo es esto posible? Según la Asociación, una menor entrada de estas divisas llevaría a que los beneficiarios de estas se vean en la necesidad de buscar un empleo. Pero no será tarea fácil, en tanto que “este incremento esperado en la participación laboral podría no ser inmediato considerando la débil absorción laboral que se presentaría en los próximos meses frente a la reducida demanda por parte de las empresas en esta coyuntura”.
A esto, tanto Cárdenas como Sugranes adhieren que la actual tasa de cambio, entre 3.900 y 4.000 pesos por dólar, hace que las personas fuera del país tengan que enviar menos dólares que se traduzcan en más pesos.
Por ahora, las remesas, al igual que la economía en general, paran su vuelo por el efecto Covid-19 .
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