El que quiera ser exitoso con la producción de aguacate Hass debe tener paciencia y buen soporte financiero. Así lo afirma Ana María Betancur Bustamante al explicar lo que implica medírsele a un negocio reciente en Colombia, al que han entrado agricultores tradicionales y emergentes, e inversionistas nacionales y extranjeros.
Ella administra una empresa de cuatro socios, que inició la siembra en 2007. En el terreno de 3,3 hectáreas (antes explotado por otros con ganadería) hay 1.100 árboles (800 en producción). “El aguacate es un cultivo que muestra cosechas luego de los tres años y llega al punto de equilibrio después de los cinco”, precisa esta administradora agropecuaria formada en la Corporación Universitaria Lasallista.
El cultivo, en el corregimiento San José, en La Ceja, cosecha 35 toneladas al año: cinco las comercializa en plazas de mercado y 30 salen para Europa, a través de una de las mayores productoras y exportadoras del país: Westfalia, asentada en Sonsón.
Ante la imposibilidad de incrementar el área sembrada, señala Ana María Betancur, su desafío es elevar la productividad y lograr que en los próximos años sean 40 o 45 toneladas anuales.
Aunque es una empresa pequeña, que arrancó de cero, cumple con las condiciones para participar en un mercado global que, según Pedro Aguilar Niño, gerente general de Westfalia, es cada vez más exigente porque está poniendo reglas de juego complejas, específicamente certificaciones no solo agronómicas, sino sociales y éticas, referidas al respeto a derechos humanos, mayor participación de género, control de empaques para incorporar materiales reciclados y acciones de cuidado del medio ambiente.
Por eso, a pesar de las noticias positivas sobre el éxito comercial con el Hass, productores y exportadores coinciden en que no se trata de sembrar y sembrar. El gerente de Westfalia señala que es una joven industria en proceso de validarse y expresa preocupación porque siente que “en estos momentos, por la burbuja que está viviendo, es un poco desordenada, ya que hay gran cantidad de pequeños exportadores que simplemente son oportunistas aprovechando los precios fuertes afuera y vendiendo fruta que en otras condiciones no debería despacharse porque no tiene documentos adecuados, ni registros”.
En el mismo sentido, Jorge Enrique Restrepo, director ejecutivo de Corpohass, que representa a 90 agremiados, 75 de ellos productores que participan con el 80 % de las exportaciones colombianas de Hass, hace énfasis en que comercializar fruta sin registro del ICA puede generar sanciones y afectar las ventas externas. Y la advertencia va más allá, al considerar que por factores fitosanitarios o de calidad lo que se pone en riesgo es la reputación del origen, como también el acceso a mejores precios.
Así va el negocio
Luego de casi tres lustros de haber comenzado los primeros cultivos, actualmente hay producción en Caldas, Risaralda, Quindío, Valle, Huila, Tolima, Cauca y Antioquia.
Según el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, en 2020 el país exportó 85.976 toneladas de aguacate Hass por US $144 millones, con aumento en valor del 61,8% frente a 2019. Y precisa que, gracias a los protocolos de admisibilidad vigentes, el producto llega a 24 países.
El director de Corpohass destaca que desde 2017 se han abierto varios mercados para la exportación, por el esfuerzo conjunto del Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, y los ministerios de Comercio y Agricultura, Procolombia y el gremio de productores y exportadores. Esos mercados son Estados Unidos, Argentina, Perú, Japón y Chile. Y confía en que este semestre se abra la puerta para el ingreso a Corea del Sur.
Y las perspectivas en el frente comercial son muy favorables, comenta Pedro Aguilar Niño, para quien los grandes países consumidores están respondiendo muy bien. Sin embargo, señala que todo hay que analizarlo en el largo plazo y no tomar decisiones con base en resultados buenos de una temporada. “Tenemos que crecer responsablemente”, enfatiza, para expresar que la industria no puede dejarse llevar por una burbuja que genera falsas expectativas.
Pandemia potenció el Hass
En consideración de Ricardo Uribe Lalinde, gerente general de Cartama, el mayor productor y exportador de aguacate Hass en el país, en esta época la fruta ganó más relevancia para el consumidor por las propiedades beneficiosas para la salud. Es un producto cuya demanda internacional no cayó, si no que se incrementó en el canal de retail, comenta el directivo.
Insiste en que ha ganado reconocimiento, lo que se ha traducido en un cambio en el mercado, ya que los restaurantes cerraron, pero la compra en los supermercados se incrementó de manera exponencial. “Es un producto ya considerado en Estados Unidos y Europa como superalimento, por sus grandes beneficios”, asegura Uribe Lalinde.
Actualmente Europa es el principal destino del Hass colombiano. Incluso, el país es el primer proveedor con el 30 % del mercado, según un reporte del Centro de Cooperación Internacional en Investigación Agronómica para el Desarrollo, Cirad -sigla en francés-.
Sin embargo, el gerente general de Cartama considera necesario profundizar la estrategia de diversificación de mercados para no depender del europeo. Particularmente esa compañía, que exportó 15.000 toneladas en 2020 y proyecta cerrar 2021 con 17.000, continúa explorando oportunidades en Estados Unidos y China, así como en Japón, Corea del Sur y Chile.
Valor agregado
Es incipiente el esfuerzo por aprovechar las bondades de la fruta en subproductos, pero hay varios productores de guacamole. En Antioquia, hace tres años fue creada Smart Cooking SAS, empresa liderada por Carlos Mario Peláez Restrepo, que fabrica aceite a partir de la pulpa de Hass. Peláez explica que el consumidor nacional apenas está conociendo ese tipo de productos, que por lo saludables son muy valorados por la gente joven. De momento, emplea a 13 personas y saca 5.000 litros cada mes, que coloca a través del canal de retail y de esporádicas exportaciones, específicamente hacia Corea del Sur.
Está explorando oportunidades en Europa, Japón, China y Estados Unidos. Ante la posibilidad de cerrar negocios, de diversificar el portafolio e incrementar la capacidad, prevé trasladar la planta de Envigado hacia el oriente cercano.
El directivo aclara, sin embargo, que una limitante para crecer es la materia prima disponible, ya que casi todo el aguacate Hass que produce el país se va al exterior. Al respecto hay coincidencia con Ricardo Uribe Lalinde, gerente de Cartama, quien confirma que la prioridad es consolidar las exportaciones. Y admite que la compañía contempla entre sus planes futuros entrar también al eslabón de los derivados.
Investigación, indispensable
Para Juan Camilo Ruiz Pérez, promotor y cultivador de aguacate Hass, una de las tareas inaplazables para el país es invertir más en investigación conducente a mejorar la calidad y al desarrollo de subproductos. “Tenemos un aguacate de muy alta calidad, pero todavía el mercado internacional nos exige mucho”, sostiene. En ese frente, Cartama ha dado pasos: según su gerente general, la compañía tiene centro de investigación ya reconocido por MinCiencias y también montó un laboratorio especializado en Hass.
Por su parte, Juan Mauricio Rojas Acosta, director del centro de investigación La Selva de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Agrosavia, destaca que mediante el modelo de investigación por redes varios centros de la entidad trabajan en proyectos enfocados en Hass. Admite que hace falta generar conocimiento que permita garantizar que la productividad, la calidad y los volúmenes de producción sean los adecuados para tener el papel representativo en el mercado y se satisfagan las necesidades de los consumidores. Por eso, señala, en La Selva hay proyectos en curso relacionados con lo agronómico y en particular con el material de siembra porque es fundamental garantizar la calidad genética y sanitaria para no poner en riesgo la productividad y competitividad del cultivo. “El productor tiene que entender que no puede llevar a campo cualquier tipo de material; debe conocer la procedencia porque de eso depende el establecimiento, desarrollo y manejo del cultivo y de la poscosecha; todo eso depende de la calidad de ese material”, recuerda.
Retos de la industria
El director ejecutivo de Corpohass, Jorge Restrepo, manifiesta que el primer reto es aumentar el número de predios con registro exportador; así mismo, incrementar las certificaciones que exigen los mercados, especialmente Europa, “porque antes eran valor agregado y ahora son estándares mínimos”; también, elevar la calidad de la fruta porque repercute en la reputación del origen; monitorear constantemente los cambios en la regulación en la Unión Europea para anticiparse y apostarle a la sostenibilidad en la cadena ya que los mercados son cada vez más exigentes con productores y exportadores, por eso el gremio creó el Sello Hass Sostenible; igualmente, trabajar en el incentivo al consumo interno.
El Hass en Antioquia
La Secretaría de Agricultura departamental reporta que 55 municipios están produciendo la fruta y que Urrao, Sonsón y Jericó, en su orden, son los mayores productores. Estima que en 2020 la región participó con el 51,2 % de las exportaciones del país y fueron Holanda, España e Inglaterra los principales destinos. Esa dependencia firmó un convenio con Agrosavia por $4.000 millones, denominado AgroAntioquiaExporta4.0 con la meta de certificar 76 predios en la norma Global GAP, lograr el registro predio exportador del ICA para 300 predios e iniciar un piloto en 200 predios para la puesta en marcha de la agricultura 4.0.
La Gobernación de Antioquia recuerda que el país proyecta llegar a 50.000 hectáreas cultivadas con Hass en 2025 y el departamento apunta a tener el 50 %
58 %
de la producción en el país lo aportan Antioquia y el Eje Cafetero: Minagricultura.