El mismo funcionario que dijo el jueves pasado que el país centroamericano es “el último gran reducto que sigue permitiendo la ocultación de fondos en paraísos fiscales”, comentó ayer que la vicepresidenta panameña, Isabel Saint Malo, le dijo que su país “está dispuesto a cooperar plenamente con la Ocde”.
Sin embargo, esa economía no se ha unido a la iniciativa por la que los países participantes intercambian información sobre cuentas financieras. Por eso Gurría confía “que este muy desafortunado suceso desencadene una reacción por parte del gobierno panameño para unirse al resto del mundo en este ejercicio de transparencia”.
Añadió que la Ocde, que agrupa a los 34 países más desarrollados del planeta, tiene previsto organizar una reunión especial mañana para abordar posibles vías de cooperación e intercambio de información.
El escándalo de los “Panamá Papers” se produce después de que la Ocde tomara la iniciativa de permitir a cerca de 100 países y regiones intercambiar información sobre cuentas financieras de personas no residentes con autoridades fiscales del país de residencia de los titulares de las cuentas a partir de 2017.
“Creo que este suceso nos ayudará a entender que el movimiento hacia la transparencia no se detendrá, que no hay marcha atrás”, añadió Gurria, quien trabaja en un plan para hacer más exigentes las normas antievasión para multinacionales.
En ese sentido, también la agencia Efe informó que el comisario europeo de Servicios Financieros, Jonathan Hill, presentará hoy una propuesta para obligar a publicar información fiscal país por país a las multinacionales que operan en la Unión Europea.
Hill aclaró que la iniciativa no se explica por el reciente escándalo por la públicación de los “Papeles de Panamá”.