En solo una jornada Netflix perdió 54.000 millones de dólares en valor del mercado, un tercio de lo que cuesta en bolsa, valor que le ha tomado 10 años construir. ¿La razón? Este martes anunció que perdió 200.000 suscriptores, la primera vez que resta desde que fue creada.
Los inversionistas castigaron de inmediato los errores de cálculo del gigante de streaming, que pretendía aumentar 2,5 millones de suscriptores en el primer trimestre de 2022, pero que a la vez se ha visto acorralado por la competencia que capta usuarios en todo el mundo. Al cierre de la sesión de ayer en Wall Street, Netflix se desplomó un 35% (122,42 dólares menos por acción, hasta US$226,19).
La baja en las suscripciones y la caída en las acciones hicieron que varias entidades financieras redujeran el atractivo de la compañía y que ella misma reconociera que en el futuro próximo seguirá perdiendo usuarios, cifra que estimó en 2 millones de suscriptores menos para el segundo trimestre de este año.
El primer mea culpa de la empresa es que no ha tenido la rapidez para enfrentarse a la gran competencia que ha aparecido en los últimos meses, y que se viene consolidando con atractivas propuestas como la transmisión en vivo de partidos de fútbol europeo, los lanzamientos exclusivos y y hasta mejores precios.
Sin embargo, los directivos achacan otra parte de su fracaso a la inflación global que ha hecho a muchas familias decidir suspender su suscripción a esta plataforma y a la paralización de los rodajes de varias producciones producto de las cuarentenas por el coronavirus.
En ese sentido, el analista Craig Erlam, de la firma Oanda, consideró que Netflix “está sufriendo las secuelas de su fase de crecimiento potenciada por la pandemia”, pero también pone en evidencia que su servicio y otros similares pueden ser prescindibles en época de ajustarse el cinturón.
Pero, la mitad del problema, según Netflix, son sus propios usuarios. La compañía argumentó que 221,64 millones de suscriptores comparten cuentas con otros hogares, lo que hace que esas otras familias no se suscriban.
Este es un aspecto que la plataforma quiere “monetizar”, y es por ahí por donde ven su primera ventana de recuperación, ofreciendo un modelo de suscripción con anuncios, más barato, que obligue a cada hogar a tener una suscripción particular.
“Aunque sus planes para reacelerar el crecimiento (limitar que se compartan contraseñas y añadir un modelo con publicidad) tienen mérito, Netflix ha admitido que no tendrán impacto hasta 2024, un tiempo muy largo”, agregaron los analistas de Bank of America.