Tesla, la empresa icónica del hombre más rico del mundo, Elon Musk, envía un par de correos a sus colaboradores que se filtran en redes. “Si no apareces en la oficina, asumiremos que has renunciado”, es uno de los apartados más llamativos y que se han vuelto virales en las últimas horas.
¿Una de las empresas del futuro casi que obligando a sus empleados a volver a la presencialidad? Tan sencillo como un sí. Y no solo eso, también les advierte que espera que todos trabajen al menos 40 horas a la semana en la oficina.
No suficiente con ello, Musk recordó en la comunicación que una de las claves del éxito de Tesla ha sido trabajar en persona e incluso dijo que ya había pasado bastante desde que la empresa en colaboración con todas sus áreas hizo un gran lanzamiento.
Más allá de que el propio Musk esté detrás de esto, lo que llama la atención es que varias compañías que en el imaginario son las más abiertas al trabajo flexible también han tenido polémicas similares.
Las fricciones han llevado hasta a renuncias de importantes piezas, o que lo diga Apple, cuyo director –en su momento– de Aprendizaje Automático, Ian Goodfellow, dejó el cargo por estar en desacuerdo con volver a la presencialidad.
La cuestión es que Apple ha intentado, desde el verano pasado, un modelo híbrido de tres días de presencialidad y dos desde casa. Un año atrás generó malestar, pero igual no tuvo éxito por un brote de covid-19; no obstante, este año la compañía insistió y eso ocasionó la renuncia de Goodfellow y un sinsabor para varios empleados.
De hecho, el año pasado 80 de ellos escribieron una carta dirigida a Tim Cook, presidente de Apple, criticando que la tecnológica detrás del iPhone propusiera el modelo híbrido basándose en la necesidad de la comunicación física.
“La realidad es que (la decisión) no reconoce el trabajo flexible y solo la impulsa el miedo. Miedo al futuro del trabajo, miedo a la autonomía del empleado, miedo a perder el control”, se leía en la misiva.
Híbrido, ¿sí o no?
Para muchos, aquellas cosas que durante los confinamientos por la pandemia se decía que nunca iban a ser iguales, están exactamente iguales, y una de ellas es el modelo laboral. Contrastando cifras, hay hallazgos interesantes.
Por ejemplo, la firma especializada en reclutamiento de profesionales PageGroup encontró que el 44,3% de las organizaciones en Latinoamérica dice estar trabajando de forma híbrida o mixta. No obstante, varias comunicaron impedimentos para ser más flexibles en ese sentido, como su cultura organizacional (35,6% lo manifestó), factores legales o de contratación (26,4%), entre otros.
En Colombia, particularmente, la situación es muy distinta. La más reciente Encuesta de Opinión Industrial Conjunta publicada por la Andi deja ver cómo el 96,8% dice que sus empleados están trabajando presencialmente, y, entre las que consideran la aplicación de teletrabajo o trabajo en casa, la mayoría se decanta por un modelo de cuatro días en la oficina y solo uno fuera de ella.
Lo importante, aseguró Angélica María Carrión, socia directora de Asesoría Laboral de López & Asociados Abogados, es que las organizaciones que puedan emplear a personas para que laboren a distancia revisen cómo funcionarían los horarios en ese modelo, los costos legales, la seguridad y salud en el trabajo, la productividad y el reparto generacional de las personas que pueden gozar de esa opción.
Pasa en todo lado
En cualquier caso, el hecho reciente de Tesla muestra cómo las más grandes empresas del mundo tampoco están tan abiertas como se cree a tener 100% de trabajadores por fuera. Inclusive vale mencionar otros casos como Google y Amazon.
Google, liderada por el informático indio - estadounidense Sundar Pichai, retornó en un modelo híbrido el pasado 4 de abril, aunque recibió la solicitud de más de 14.000 trabajadores –de un total de 160.000– para tener 100% teletrabajo. No obstante, en la compañía esas “divisiones” se han solucionado con mayor facilidad y la empresa parece estar más abierta a escuchar a sus empleados.
Por su lado, Amazon vivió una caótica situación interna en el plan para que su personal retornara a la sede por lo menos tres días a la semana. El portal Business Insider develó que en el sistema interno de la firma los trabajadores calificaban de “un circo” la idea, y cuestionaban si motivaba más una mesa de ping pong en la oficina o evitar dos horas de tráfico quedándose en casa.
Parece entonces que desde la más pequeña empresa hasta en aquellas de Sillicon Valley el modelo trabajo sigue siendo un dilema. Solo para dejar abierto el debate Bild le preguntó a las personas si seguirían laborando desde casa aunque tuvieran que renunciar a un aumento de US$30.000; 64% respondió que sí.