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Producir más, el gran salto que debe dar la economía

El próximo ingreso de Colombia a la Ocde genera desafíos que Gobierno y empresas deben resolver.

Producir más, el gran salto que debe dar la economía
23 de marzo de 2018
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El crecimiento económico de Colombia en el mediano y largo plazo dependerá de que el aparato productivo mejore su capacidad y, por ende, produzca más. De esta manera Jesús Botero García, investigador del Departamento de Economía y Finanzas de la Universidad Eafit, resume una tarea que a diario deben hacer y resolver tanto el sector privado como el público: potenciar y elevar la productividad laboral.

La inquietud la suscitan varios factores, entre ellos, la menor tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) o crecimiento económico del país, que cayó de 6,6 % en 2011 a solo 1,8 % el año pasado, y el hecho de que “en materia de productividad laboral, Colombia está notablemente rezagado respecto a las principales economías del mundo. De los trece países latinoamericanos sobre los que hay información disponible apenas supera a Perú, Guatemala y Bolivia”, advierte el Consejo Privado de Competitividad (CPC), en su informe anual.

El asunto también cobra relevancia durante las discusiones para definir el aumento del salario mínimo, dado que este indicador hace parte de la fórmula que se aplica para fijar dicha remuneración que, según el Ministerio de Trabajo, reciben 1,72 millones de personas.

Compromisos para ingresar a la Ocde

La preocupación por la productividad laboral toma mayor trascendencia en momentos en los que se gestiona el ingreso de Colombia a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), desde donde hace dos años se hicieron trece recomendaciones para el mejoramiento de las oportunidades laborales, las cuales van desde generar confianza entre los actores sociales y desarrollar políticas inclusivas y activas, hasta aprovechar al máximo la migración internacional.

Justamente, el pasado miércoles, la ministra de Trabajo, Griselda Janeth Restrepo, presentó ante el Comité de Empleo y Asuntos Sociales de la Ocde una serie de avances y renovó el compromiso de seguir mejorando las condiciones de los trabajadores y las empresas. “Llevamos siete años tomando decisiones, creando normas, pactando con los sindicatos, fortaleciendo la capacidad de inspección del Ministerio, aplicando sanciones y multas e impulsando la formalización laboral”.

En su exposición, la funcionaria destacó la creación de 3,2 millones empleos en los últimos siete años, de los cuales el 70 % han sido formales lo que, según ella, demuestra la enorme vocación empresarial del país.

En su inventario, la ministra incluyó la creación de la Unidad Nacional de Empleo que “ha generado 1,5 millones de empleos y es un instrumento para los colombianos que no tienen empleo ya que los prepara para estar en la empleabilidad”.

Además, precisó que los inspectores de Trabajo pasaron de 424 a 904, quienes han sido capacitados y se les han entregado todos los insumos para desarrollar su misión. Restrepo señaló que el país ha mejorado el diálogo social y recordó que “el hecho más reciente (en diciembre) fue la concertación del salario mínimo donde participaron empresarios, centrales de trabajadores y Gobierno”.

No olvidó mencionar que la cifra de homicidios de sindicalistas se redujo de manera considerable, en gran medida por la creación de la Unidad Nacional de Protección (UNP) que se ha empeñado en velar por la integridad de los sindicalistas amenazados.

Adicionalmente, tras su intervención en la Ocde, la ministra firmó un memorando de entendimiento con la subsecretaria del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, Martha Newton, en el que se reafirma un compromiso de colaboración con actividades que permitan fortalecer la capacidad del Ministerio de Trabajo colombiano para abordar temas de formalización, subcontratación y legislación laboral.

El recorrido para elevar productividad

Mientras la Ocde oficializa el ingreso de Colombia al Comité de Empleo y Asuntos Sociales, cosa que debería en el lapso de dos meses, la prioridad de la economía de cara al futuro estará en la transformación de la estructura productiva, a través de la reasignación de recursos y en propiciar el desarrollo de sectores más complejos, que permitan una nueva forma de inserción del país en la economía mundial.

Botero enfatiza en que lo que hoy tenemos es una economía simplista, poco sofisticada para enfrentar la cuarta revolución industrial. “El mundo está cambiando y nosotros nos estamos quedando con una economía de materias primas. El 70 % de las exportaciones colombianas están concentradas en esos productos. El mundo está cambiando de manera radical y nosotros vivimos en un lejano siglo 20” (ver Opinión).

Pero, ¿qué entienden los empresarios por productividad y qué hacen para potenciarla en las compañías? El presidente del Grupo Nutresa, Carlos Ignacio Gallego, responde que este concepto debe entenderse como la relación que hay entre lo que una empresa produce y todos los recursos que utiliza.

“La productividad se logra cuando uno se cuestiona por la forma en la que hace el trabajo y se atreve a hacerlo de nuevas maneras. Puede ser automatizando, rediseñando procesos o imaginándose el producto con los ojos del consumidor, y al combinar todas estas posibilidades uno podría producir lo mismo o más con menores elementos de entrada”, declara.

Para Carlos Alberto de Jesús, presidente de la textilera Fabricato, la productividad es una constante. “Internamente hemos hecho muchas inversiones, capacitando a la gente, apuntamos a buenos desarrollos de producto y de mercado”.

A su turno, Ricardo Sierra Fernández, presidente de Celsia, destaca cómo las inversiones en tecnología le han permitido a esta empresa del sector de energía aumentar su productividad, atendiendo con más eficiencia las necesidades de sus clientes.

El presidente del Grupo Sura, David Bojanini, sostiene que se ha trabajado mucho en tratar de reducir trámites, pero aún hay un camino largo qué recorrer en ese sentido para que las normas que se expidan incentiven la inversión en renovación tecnológica de las empresas (ver Textualmente).

Menor pobreza vs. una mayor productividad

El jueves, el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane) reveló los resultados de la Encuesta de Calidad de Vida 2017, en los que la pobreza, medida por el índice multidimensional, bajó de 30,4 % en el 2010 a 17 % en el 2017.

Al interpretar estos datos el presidente Juan Manuel Santos, explica que 5,4 millones de colombianos han salido de esa condición. Y es que la pobreza multidimensional es un indicador amplio y preciso de la incidencia de las políticas sociales y de la focalización del presupuesto en temas como educación escolar, acceso a servicios de salud, y condiciones de habitabilidad, entre otras, y el país es pionero en la aplicación de esa metodología para medir la pobreza.

Aun en el contexto de menor pobreza, la preocupación por la productividad laboral planteada por Botero sigue vigente, pues es muy complicado para un país en el que persisten las necesidades, los problemas distributivos y de pobreza, no poder crecer más. “Si lo que nos esperan son tasas de crecimiento menores al 4 % anual, vamos a tener un país con más dificultades para administrar”.

Entonces, ¿por qué es fundamental hablar del potencial de crecimiento? y ¿cuánto puede crecer un país? Esos son los interrogantes de fondo, porque el país puede crecer en mayor o menor medida si tiene políticas adecuadas de gasto, si la gente es optimista o pesimista o dependiendo de la política monetaria (expansiva o contractiva).

Y, ¿de qué más depende el potencial de crecimiento económico? Botero responde que está sujeto a tres elementos: “primero de la acumulación de capital, es decir, cuánto del producto que se genera hoy se dedica a acumularlo para producir mañana. Segundo de la acumulación de saberes humanos, pues hoy está creciendo la población y la oferta laboral es mayor, y cuando esa oferta laboral sea más calificada y mejor también se traducirá en mayor crecimiento”.

En tercer lugar, y tal vez lo más importante de todo, crecer o aumentar la productividad depende de un concepto tan sencillo como que con la misma cantidad de recursos se pueda producir más. “Si con el mismo nivel de recursos podemos producir más tendríamos más bienestar en la sociedad y un producto mayor para gestionar los conflictos internos”, agrega.

A juicio del docente, lo que está pasando en Colombia es que en alguna medida esas tres cosas están fallando y el potencial de crecimiento está erosionándose y llegando a unos niveles bajos de crecimiento para lo que se necesita.

Desde la óptica de Marcela Eslava y Marcela Meléndez, en un trabajo de asesoría sobre productividad laboral elaborado para el Departamento Nacional de Planeación, proponen que el país debe concentrarse en políticas que ayuden a las empresas a superar los obstáculos que encuentran para innovar, crecer y crear más empleos.

Concluyen que las intervenciones más prometedoras son aquellas que ayudan a los trabajadores a acceder a distintos mercados laborales superando descalces sectoriales y espaciales. Los descalces sectoriales ocurren cuando la gente queda atrapada en ocupaciones equivocadas mientras que el comercio y la tecnología cambian la demanda de trabajo.

“Las mayores fallas de los mercados laborales ocurren en el espacio, con oportunidades muy distintas para trabajadores con las mismas habilidades dependiendo del lugar en el que se encuentren los individuos. Las intervenciones dirigidas a facilitar la movilidad de los trabajadores entre mercados geográficos suelen ser exitosas en términos de su impacto sobre el empleo”, puntualizan las expertas.

Infográfico

David Bojanini García

Presidente de Grupo de

Inversiones Suramericana.

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