Aunque en un principio destacaron que el Gobierno estuviera abierto al diálogo antes de llevar el texto de la tributaria a debate, ahora los empresarios creen que el proyecto cambió mucho frente a lo presentado el 8 de agosto, muestran incertidumbre e incluso piden un debate nacional.
Es que el tono subió. Bruce Mac Master, presidente de la Andi, dijo ayer que la ponencia se mira con “gran preocupación” y que es sorpresivo encontrarse con una de las reformas más grandes de la historia del país, máxime cuando el sector privado aceptó responder el año pasado por la totalidad de la tributaria que había planteado el expresidente Duque.
“Hoy debemos decirle al país que de aprobarse esta reforma el efecto sobre el empleo y las familias colombianas será lamentable, y todos debemos ser conscientes de esa realidad”, agregó el ejecutivo, para quien el proyecto podría derivar en una crisis económica.
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A su turno, el Consejo Gremial Nacional (CGN), que componen 31 de los principales gremios del país, llamó al Gobierno a dar un debate acorde. “No solo se limita a la discusión mecánica de algunos asuntos, sino al pleno conocimiento de las propuestas por parte de todos los congresistas, incluyendo las proposiciones”.
En esa línea, el exsenador Jorge Robledo se sumó a las voces que exigen una discusión de fondo y envió un derecho de petición al el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, y al presidente de la Comisión Tercera del Senado, Gustavo Bolívar, solicitando que cada impuesto incluido en la ponencia mencione cuánto recaudará, porque de lo contrario se hace “muy difícil evaluarlos”.
Por su parte, el ministro Ocampo salió a defender la iniciativa; mencionó que las calificadoras la vieron con buenos ojos, que espera su aprobación en primer debate esta semana y además exaltó que por lucha contra la evasión habría hasta $25 billones adicionales a los $22 billones que el proyecto prevé recaudar.