La meta de aumentar de 50 a 1.500 megavatios la generación eléctrica en el país mediante fuentes no convencionales de energías renovables, como la eólica y la solar, se mantiene intacta, y para esto el Ministerio de Energía realizará antes de finalizar octubre una nueva subasta.
La iniciativa busca retomar el proceso que el pasado 26 de febrero concluyó sin que se adjudicaran contratos, pese a que participaron doce ofertas de compra y ocho de venta.
Con la expedición el martes de las Resoluciones 4-0590 y 4-0591, se fijaron las reglas de la nueva subasta de largo plazo de energía renovable, mecanismo que busca acercar la oferta (generadores) con la demanda (comercializadores) y fomentar la formación de precios eficientes que beneficien a los usuarios.
“Para esta definición, recogimos las observaciones y comentarios de los distintos grupos de interés y agentes del sector, para encontrar el mejor balance de condiciones tanto para vendedores como para compradores, beneficiando a los usuarios”, expresó en un comunicado la ministra de Energía, María Fernanda Suárez.
Entre las nuevas condiciones se destacó la mayor certidumbre para los comercializadores en la entrega de energía con un modelo “pague lo contratado”, es decir que el comprador se obliga a pagar al vendedor la energía contratada, independiente de que el comercializador la consuma o no, y el generador se compromete a suministrar una energía fija al comprador en un bloque horario determinado.
Adicionalmente, se indicó que la cantidad de energía a subastar será definida como demanda objetivo por el Ministerio, y esta será revelada por la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) de manera simultánea con el tope máximo después de recibir las ofertas por parte de los compradores y vendedores que participen en la subasta.
La fecha de inicio de las obligaciones de suministro de energía eléctrica de los contratos que sean adjudicados en la subasta será el primero de enero del 2022, y el plazo de los contratos será de 15 años.