Aunque el presidente Gustavo Petro ha insistido en que respetará los contratos petroleros firmados para no paralizar el normal desarrollo de esta industria, a la hora de la verdad la tributaria desaceleraría en mucho la tarea en exploración y producción de hidrocarburos. Así lo advirtió la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas (ACP).
El nuevo impuesto a las exportaciones de petróleo; la prohibición de la deducibilidad de las regalías del impuesto a la renta, el incremento en la tarifa del gravamen a los dividendos para sucursales extranjeras; el cambio en el régimen fiscal de zonas francas para la exploración y producción de hidrocarburos en el mar; la eliminación de la amortización acelerada para inversiones exploratorias; y la eliminación del CERT (incentivo tributario para mantener inversiones en exploración y producción de petróleo y gas en épocas de coyunturas de precios bajos), frenarían en buena medida la actividad de hidrocarburos en el país.
El líder gremial también señaló que con la iniciativa, el Government Take pasaría de 65% hasta 80%, lo que no sería competitivo para el sector; además, los nuevos impuestos que generan tratamientos diferentes entre empresas del sector, no tienen en cuenta si los proyectos son rentables y/o viables económicamente.
“Así mismo, se establecen cargas adicionales que no corresponden a la práctica internacional en rubros de costos muy relevantes para las empresas, como las regalías (20% del costo de producción)”, agregó Lloreda.
El gremio también insiste en que el impacto de la reforma tributaría al sector petrolero generaría riesgos para la viabilidad de proyectos en exploración y producción requeridos para la autosuficiencia del país.
“La alta carga fiscal planteada para los proyectos pone en riesgo la inversión requerida para extraer los recursos descubiertos no desarrollados en contratos existentes y reduce la probabilidad de nuevos descubrimientos en contratos recientes”, explicó el presidente de la ACP.
Añadió que los proyectos de exploración y producción asociados a estas proyecciones de extracción no alcanzarían la rentabilidad mínima esperada. Especialmente en pequeños prospectos (los más comunes en Colombia).
De igual manera indicó que, comprometería de 50.000 a 70.000 barriles día de nueva producción entre 2023 y 2032. También aceleraría la pérdida de autosuficiencia energética y compromete el volumen de producción de petróleo que sustenta el Marco Fiscal de Mediano Plazo (uno de los pilares que busca proteger la reforma tributaria).
“De otro lado, perder el régimen fiscal de zonas francas offshore inviabilizaría el desarrollo de gas para el mercado doméstico y proyectos de petróleo de largo plazo”, puntualizó el líder gremial.