La Ley del Talión fue necesaria en una cultura primitiva en la que la venganza no tenía límite alguno. Cuando fue dada, era una ley verdaderamente “progresista”, porque ponía límites a la venganza. Jesús propone simplemente no vengarse y pone unos sencillos ejemplos de la vida cotidiana para mostrar la manera de actuar ante la agresión del otro, según la “nueva justicia” del Reino de Dios. No debe juzgarse desde la perspectiva del evangelio. La Ley del Talión se basaba en el principio de retribución: haz lo mismo que te hagan. Jesús niega que sea válido aplicar este principio, sus discípulos nunca deben buscar la venganza, deben más bien aceptar la humillación, estar dispuestos a sufrir la injusticia que se les hace y prestar el servicio necesario...