Esta semana se conoció el caso de una profesora de secundaria en el Valle, Sandra Ximena Caicedo, que puso a sus estudiantes una tarea sobre los “falsos positivos”. Entre las preguntas había una en que indagaba sobre “la responsabilidad del expresidente Álvaro Uribe”. Algunas personas señalaron que era un típico ejemplo de adoctrinamiento de nuestros jóvenes. Fecode sostuvo que era un “linchamiento mediático” y rechazó “en general, la persecución, señalamientos y amenazas contra el Magisterio Colombiano (sic)”.
Miller Soto, en un hilo de trinos, resaltaba las razones por las que el planteamiento de la profesora tenía un claro sesgo ideológico: la tarea asumía responsabilidades sin que hubieran pruebas, se culpaba a las instituciones, que “también...