Por MILAGROS PÉREZ OLIVA
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Para que algo exista en la conciencia colectiva hay que poder nombrarlo. Poner nombre a lo que ocurre y no se ve o no se quiere ver es lo que ha hecho la filósofa Adela Cortina con una realidad que está ahí pero preferimos ignorar: el miedo, la aversión y el rechazo a los pobres. Lo ha denominado aporofobia, un fenómeno que está en el origen de las corrientes de xenofobia y racismo que se extienden por el acomodado mundo occidental. Adela Cortina acuñó este concepto a partir de los términos griegos áporos (sin recursos) y fobos (temor, pánico).
Hace unas semanas el neologismo fue incorporado al Diccionario de la lengua española y la Fundación del Español Urgente la declaró palabra del año de...