En el primer tomo de sus memorias, que se titula “Perder la vida”, el conocido poeta nicaragüense Ernesto Cardenal dice que en la lucha por su vocación como sacerdote católico, haberse definido por el celibato bien pudo ser un error, pero “sin este error de escoger el celibato yo no hubiera sido revolucionario. Habría sido un burgués”. Y cuenta que su gran mentor espiritual, el monje trapense estadounidense, Thomas Merton, un gran místico del siglo pasado que fue su maestro de novicios, comentaba que “si le volviera a tocar escoger entre ser monje o no, escogería no ser monje; pero ya que lo escogió, debería seguir siéndolo”.
Cardenal nació en 1925. Como quien dice, anda hoy por los 92 años bien vividos, que cumplió exactamente ayer, 20 de...