Mínimo, el 90 % de los colombianos no les creemos a las farc y después de dos años de “negociaciones”, nos encontramos como al principio: oliendo un gran paquete de impunidad para quienes han desangrado al país durante medio siglo. Aunque nuestros soldados golpearon la cabeza de la narco-organización y la desbandaron hacia las fronteras con Ecuador y Venezuela, por donde se exporta la cocaína colombiana, su estructura armada empieza a reconstituirse mientras en La Habana logra la mejor pantalla en su astroso prontuario, que poco abona a su exiguo calado político en la opinión pública.
Es evidente un rebrote armado de las farc en el centro del país: más de 100 terroristas llegaron desde el Cauca para reforzar el Comando Conjunto Central en Huila...