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El destino del sur

Desde las elecciones primarias del pasado 13 de agosto, cuando para asombro de todos, el extremista resultó primero, Argentina se mueve sin coordenadas sobre el futuro inmediato.

18 de octubre de 2023
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  • El destino del sur

Por David E. Santos Gómez - davidsantos82@hotmail.com

Javier Milei, el ultra derechista que coquetea con postulados de la dictadura y pretende dolarizar su país, lleva la delantera para las presidenciales argentinas que se realizarán este domingo. Los otros dos candidatos con opciones para suceder a Alberto Fernández son el peronista Sergio Massa y la macrista Patricia Bullrich que, por ahora, juegan a alcanzar al libertario para impedir su triunfo en primera vuelta. De lograrlo, el balotaje será el 19 de noviembre. Ante el descomunal desastre que significaría para la sociedad -y la democracia misma- un triunfo de Milei, el país del sur contiene el aliento.

Desde las elecciones primarias del pasado 13 de agosto, cuando para asombro de todos, el extremista resultó primero, Argentina se mueve sin coordenadas sobre el futuro inmediato. Milei revoluciona el día a día. En la mañana insiste en que una devaluación acelerada y una hiperinflación le harían bien a su plan de gobierno -arrasar y empezar de cero- y en la noche se atreve a insistir en postulados negacionistas de la última dictadura cívico militar. Sus seguidores aplauden. Cuando esté en la Casa Rosada -dicen- el país volverá a la senda del orden.

En una nación acostumbrada a los desequilibrios económicos, a la pérdida de poder adquisitivo y a la incertidumbre bancaria, los más viejos se toman la cabeza. Cuentan que se repite un ciclo infernal que se parece mucho a los momentos previos de las crisis de los ochenta y de principios de siglo. Muchos jóvenes, por el contrario, abren bien los ojos ante el rumor de colapso. Es una llama que los atrae. ¿Con tan poco que perder – tienen mal trabajo, los arriendos están por las nubes y la violencia va en alza- qué podría ser peor? Por eso insisten en darle su confianza al autoproclamado anarcocapitalista.

El actual presidente, Alberto Fernández, es una sombra. Aparece poco o nada ante los dichos violentos de Milei o ante las corridas cambiarias de los últimos días en las que el billete argentino pierde valor con el paso de las horas. Su ausencia tiene como objetivo darle todos los focos a su ministro de economía, Sergio Massa, quien parece ser el único capaz de frenar el ascenso de los ultras. Pero al país alguien lo tiene que gobernar y aunque Massa se presenta como conductor de un tren sin frenos, la estrategia parece dudosa: él es, nada más y nada menos, que el jefe de la cartera con peores resultados.

¿Por qué darle el voto a alguien que ha fallado en su trabajo? Massa-candidato trata de desvincularse de los resultados de Massa-ministro e insiste en que, de ser presidente, dirigirá un gobierno de unidad. Que la elección está entre él, tradicional y calmo, y un irresponsable que grita para hacerse entender.

Solo faltan cuatro días para ver qué futuro decidió una ciudadanía cansada de la incertidumbre, y el abismo parece una opción atractiva para la mayoría.

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