Prima un sentido pragmático. ¿Por qué resulta más cómodo y menos arriesgado para un intelectual abstenerse de pensar con ideas propias y matricularse en la corriente de moda? La izquierda y la derecha, esas dos perversiones aprisionadas en la celda oscura de la ideología, que proscribieron Isaiah Berlin y Norberto Bobbio, son opciones respetables si nacen de la convicción. Pero no deberían aceptarse, por elemental honradez, cuando se acogen por conveniencia ocasional, por mediocridad y pereza de poner a funcionar la sindéresis, por falta de información y criterio. Y por miedo.
Eso viene pasando en el ecosistema universitario contemporáneo. El justo medio, la capacidad de afrontar las incomprensiones y las sindicaciones inquisitoriales de la...