Esta semana vimos a Ingrid Betancourt volver al país con motivo de su participación del Foro “Reconciliación, más que realismo mágico”, organizado por la Fundación Buen Gobierno, que dirige el hijo del presidente Santos. Vamos reflexionando y explorando caminos para reconciliarnos y unirnos como sociedad, metiéndonos cada vez más en la posibilidad real del posconflicto y los retos que nos esperan.
La vida de Ingrid ha reflejado de cierta forma la evolución de la relación de nuestra Colombia con el conflicto y concretamente con las Farc en las últimas dos décadas. Tengo recuerdos que van ya volviéndose borrosos de su actividad política llena de furia, energía y determinación. Íngrid no tenía pelos en la lengua y le cantaba la tabla al que fuera,...