De todas las oficinas del gobierno de Estados Unidos se está eliminando cualquier mención al cambio climático.
Por distintos medios, también, se busca revertir medidas vigentes de limpieza del aire que ponen estándares más estrictos a los fabricantes de vehículos.
Y se trata además de aumentar el consumo de combustibles fósiles: carbón en algunas plantas de energía y petróleo para mover otros renglones de la economía.
Es la orden del presidente Donald Trump, quien no cree en que esos combustibles y los humanos tengan que ver con el calentamiento del planeta y el consecuente cambio climático. Una posición contraria a todas las evidencias científicas.
En el Valle de Aburrá, desde 2005 la movilidad se hizo un 44 % más lenta, producto de 1.200.000 viajes...