Síguenos en:

GRACIAS Y DESGRACIAS DE LA COMUNICACIÓN DIGITAL

A pesar de que hace más de 30 años uso el computador personal, de que cuando viajo llevo un portátil y de que me uní a regañadientes a Facebook, hace algún tiempo me estoy sintiendo como un dinosaurio después de perder por quinta vez mi teléfono inteligente y de negarme a reemplazarlo. Empecé a notarlo porque muchos amigos me han buscado inútilmente y cuando han vuelto a encontrarme, gracias al azar, me dicen que me han enviado muchos mensajes y que yo no respondo.

El último teléfono inteligente lo perdí hace un año. Confieso que me sentí aliviado porque con solo oír sonar su alarma me ponía nervioso. Sin embargo, las consecuencias de esta pérdida han sido cada vez más tragicómicas.

En junio de 2017, la Orquesta Filarmónica de Medellín me invitó...

Porque entre varios ojos vemos más, queremos construir una mejor web para ustedes. Los invitamos a reportar errores de contenido, ortografía, puntuación y otras que consideren pertinentes. (*)

 
Título del artículo
 
¿CUÁL ES EL ERROR?*
 
¿CÓMO LO ESCRIBIRÍA USTED?
 
INGRESE SUS DATOS PERSONALES *
 
 
Correo electrónico
 
Acepto Términos y Condiciones Productos y Servicios Grupo EL COLOMBIANO

Datos extra, información confidencial y pistas para avanzar en nuestras investigaciones. Usted puede hacer parte de la construcción de nuestro contenido. Los invitamos a ampliar la información de este tema.

 
Título del artículo
 
RESERVAMOS LA IDENTIDAD DE NUESTRAS FUENTES *
 
 
INGRESE SUS DATOS PERSONALES *
 
 
Correo electrónico
 
Teléfono
 
Acepto Términos y Condiciones Productos y Servicios Grupo EL COLOMBIANO
LOS CAMPOS MARCADOS CON * SON OBLIGATORIOS
Otros Columnistas